El premio Nobel de Economía de 2017 y exponente de la disciplina de economía conductual, el profesor Richard Thaler, recomendó este lunes subastar las vacunas a los ricos para donar el dinero a los más necesitados, teniendo en cuenta que van a intentar manipular el sistema a su favor. El autor del libro 'Nudge' dijo en una conferencia organizada por el Council of Foreign Relations (CFR) en Nueva York que su idea, que considera más bien una provocación, busca crear incentivos para animar a la población a vacunarse, algo que también podría conseguirse si los que pagan por este acceso temprano son famosos capaces de movilizar a sus seguidores.

"Mi propuesta es que se reserve un pequeño número de vacunas y que se ofrezcan en subasta a los ricos y poderosos y se utilicen los beneficios para buenas causas", recomendó uno de los principales expertos en incentivos para motivar ciertos comportamientos económicos. "Los ricos y famosos van a encontrar la manera de saltarse el sistema para recibir la vacuna de todas formas. Deberíamos sacar algún beneficio de eso", señaló.

Ineficiencia de los gobiernos

Según el premio Nobel de 2017 por sus contribuciones a consolidar la disciplina de la economía conductual, la pandemia ha puesto en evidencia la ineficiencia de los gobiernos para incentivar comportamientos que aceleren el fin de la pandemia y la incapacidad para prepararse para crisis futuras. En su opinión, el gran problema de los responsables políticos es su incapacidad de pensar varios pasos por delante. "Deberíamos estar pensando ya en la siguiente pandemia", aseguró. "Debemos pensar en qué puede salir mal y planear para prevenirlo. Los gobiernos no tienen incentivos para ello y es incluso difícil para las empresas privadas, que se juegan miles de millones de dólares", añadió.

En su opinión, la pandemia ha puesto en evidencia las carencias de la burocracia estatal, como en el caso de Estados Unidos, donde debería abrirse el debate sobre la necesidad de un documento nacional de identidad o cómo cruzar fuentes de datos en tiempo real para "no pasarse el día rellenando formularios". "En este país algunos argumentos sobre la privacidad no tienen sentido", aseguró Thaler, quien abogó por crear un sistema para proveer automáticamente cobertura médica a las personas con precariedad laboral en el país o compartir con los gobiernos datos para facilitar servicios públicos, ya que "la paranoia de privacidad tiene un alto coste".

En su opinión, problemas como la diversidad de interfaces para buscar una cita para obtener la vacuna o un pasaporte de vacunación que es un trozo de papel y no un código QR solo complican los incentivos para inmunizar a la población lo más rápido posible.