Los hoteles cápsula son un invento japonés concebido para ahorrar espacio y ofrecer alojamiento a un precio muy competitivo. Un grupo de inversores de las islas ha querido adaptar este concepto asiático a los gustos europeos y, tras pelear desde 2017 con una burocracia poco dada a la innovación turística, acaban de abrir en el Puerto de la Cruz el Atypicap Capsule Hostel, el primer alojamiento turístico en cápsulas que se pone en marcha en Canarias y el segundo de toda España, tras el Optimi Rooms de la ciudad de Bilbao.

Se trata de un hostal o albergue juvenil, incluido en la Red de Albergues Juveniles de Canarias y en Hostelling International, aunque tiene alma de hotel urbano y no pone ningún rango de edad a sus clientes. Su gerente, Fernando Constante, subraya que se ofrece "un nuevo concepto de alojamiento, una experiencia única en Canarias". Las 66 cápsulas nido tienen una o dos plazas y huyen del diseño "tipo nicho" que se suele usar en Japón y otros países asiáticos. "Hemos europeizado ese diseño japonés, de fabricación china, para que la puerta se abra de forma lateral y el interior sea mucho más espacioso de lo que es habitual", indica Constante.

Este novedoso concepto chocó con la normativa hotelera vigente en Canarias, lo que obligó a sus promotores a buscar acomodo en la única denominación vigente que se adapta en cierta manera a esta proyecto de "turismo diferente". Han tenido que agarrarse a la etiqueta de albergue juvenil ante la inexistencia de la categoría de hotel cápsula, que sí está presente en otros muchos países del mundo.

Regeneración del aire

Las cápsulas están dotadas de un sistema de regeneración de aire, iluminación con intensidad regulable, espejo-tocador, acceso a internet de alta velocidad, pantalla plana de 26 pulgadas, caja fuerte, colgadores, detector de humo, bluetooth y varios puertos USB. La idea es que cada cliente utilice su dispositivo móvil para disfrutar de sus contenidos, siempre con auriculares, cómodamente instalado en su cama-nido, que puede cerrarse desde el interior para garantizar la máxima privacidad.

En cada una de las tres plantas donde se distribuyen las cápsulas hay cinco baños individuales de uso compartido, con doble sumidero para evitar encharcamientos, así como numerosas taquillas con código de acceso personalizado. En la planta baja y en la azotea, que cuenta con una terraza mirador con vistas a los tejados portuenses y la torre de la Parroquia de la Peña de Francia, se sitúan el restaurante y la cafetería que gestiona el Café Caramba. Además, dispone de baños adaptados en planta baja, cocina compartida y otras zonas comunes. En el futuro se espera abrir una suite familiar con dos cápsulas en un espacio aislado del resto de salas y con una terraza privada.

Previsto para marzo de 2020

El Atypicab Capsule Hostel iba a ser el primer alojamiento de sus características en España, pero por muy poco se adelantó la apertura de otro establecimiento similar en Bilbao. Su intención era inaugurar en marzo de 2020, pero llegó la pandemia del coronavirus y trastocó todos los planes. Ya llevan unas dos semanas abiertos y este fin de semana tenían un 35% de ocupación. Con motivo de su estreno "en modo pruebas", cuentan con precios especiales que dan la posibilidad de alojarse en una cápsula individual por 22 euros la noche, o en una cápsula doble por 36 euros, apenas 18 euros por persona y día.

"Hay recepción 24 horas al día y se funciona de una manera muy dinámica. Aquí se puede reservar en el último minuto en la web o en la propia puerta. Es un sitio cómodo, rápido y fácil para quedarse a dormir cuando sea necesario", explica Constante. Cada cliente recibe ropa de cama, diseñada en exclusiva para estas cápsulas, almohada visco-elástica, toalla de ducha y toalla de mano. Con un coste añadido se ofrecen desayunos, auriculares, zapatillas, sets de aseo y diverso merchandising. Además, todos los domingos de 11:00 a 13:00 horas, el Café Caramba ofrece un servicio especial de brunch en la terraza de la azotea del Atypicab Capsule Hostel.

"Tenemos zonas comunes", resalta Constante, "pero nuestra verdadera zona común es toda la ciudad y el resto de la isla. Queremos que nuestros clientes hagan vida en el exterior y disfruten de todo lo que se ofrece a nuestro alrededor. Nuestra intención es adelantarnos al nuevo turismo que está por llegar y que cada vez huye más de estancias en un hotel convencional para quedarse panza arriba en una tumbona. Eso seguirá existiendo, y está bien, pero nosotros nos dirigimos a otro tipo de visitante que quiere estar en la calle y visitar cosas nuevas todos los días. Somos conscientes de que esto no es algo para todo el mundo, pero también estamos seguros de que ofrecemos una experiencia única en Canarias", detalla Constante.

Alberto Putzulu es uno de los propietarios de este nuevo negocio en Puerto de la Cruz. Junto a otros inversores arriesgó para reconvertir esta antigua residencia de mayores en un alojamiento turístico único en Canarias. Reformar, adaptar y equipar este inmueble, situado en la céntrica calle Agustín de Bethencourt, entre el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC) y la Casa Iriarte, requirió una inversión de 2,3 millones de euros. El edificio es accesible y se abastece de energía eléctrica de origen renovable y no utiliza combustibles sólidos.

Las cápsulas individuales tienen una longitud de 194 centímetros y una anchura de 92 centímetros, «por lo que no dan sensación de claustrofobia. Cualquier litera tienen menos espacio libre».

"Incorporamos una oferta que no existía y esperamos que tenga buena acogida", señala Alberto Putzulu, quien añade que «ahora se puede venir a disfrutar de Puerto de la Cruz y de su gran oferta cultural, gastronómica y de ocio y festivales, y que sea más barato quedarse en el Atypicab Capsule Hostel que coger un taxi de vuelta a casa".