Felipe VI ha dicho que la ciencia supone "un espacio para la esperanza" y ha agregado que se debe aprovechar este momento para dar "un nuevo impulso" al sistema español de ciencia e innovación, que será, en definitiva, "un impulso para construir un país mejor para todos".

"Hay años más difíciles que otros para la investigación y quienes la lleváis a cabo, pero la emergencia de la covid-19 ha puesto de relieve de manera dramática el valor de la ciencia como herramienta esencial para resolver muchos de los grandes retos de la Humanidad".

Hoy son las vacunas y la covid-19, "pero hay tantos retos por delante y, en concreto, uno que lo gobierna casi todo, que es el reto medioambiental y cambio climático", ha añadido el rey en su discurso en el acto de entrega de los Premios Nacionales de Investigación 2020, celebrado en el Palacio Real de El Pardo.

Felipe VI, quien ha resaltado la cooperación en el ámbito científico y el valor ético de la búsqueda del bien común, ha mencionado que, en este año en que las vacunas han vuelto a mostrar "el valor inmenso" que la ciencia e innovación aportan a la sociedad, "podemos recordar igualmente la labor pionera de Santiago Ramón y Cajal y de Jaime Ferrán en este campo".

En 1885 estalló -ha relatado- una epidemia de cólera en Valencia, y para combatirla Ferrán impulsó una vacuna experimental -una inyección de pequeñas dosis de la bacteria que ya había probado con él mismo y que inoculó a 30.000 personas-. Por su parte, Cajal propuso como alternativa utilizar cultivos muertos del cólera.

Precisamente este tipo de vacunas es el que se ha utilizado después contra muchas enfermedades, incluyendo la covid-19.

Los trabajos de Ferrán contribuyeron a frenar aquella epidemia, pero ni estos ni la solución correcta avanzada por Cajal obtuvieron entonces repercusión internacional. En este contexto, fueron finalmente dos investigadores estadounidenses los que sí obtuvieron el reconocimiento.

"No cabe duda de que debemos ser capaces de extraer lecciones de la historia, y hoy hemos de seguir trabajando para que la ciencia y los científicos españoles, también en el ámbito internacional, ocupen -ha añadido- el lugar que les corresponde. El lugar que os corresponde".

El Rey ha recordado que la investigación con frecuencia ofrece sus resultados muchos años o incluso décadas después de realizarse, por eso, su apoyo debe plantearse como garantía de progreso y un acto de solidaridad con las generaciones futuras.

Las vacunas que "ahora permiten mirar al futuro con más optimismo, incluso en este año de tanto dolor, son fruto de un conocimiento acumulado de décadas".

Los premios han sido entregados por los reyes a Elías Campo Güerri, Francisco Sánchez Madrid, José Capmany Francoy, Xavier Vives Torrens, Susana Narotzky Molleda, Luis Ibáñez Santiago, Nazario Martín León, Laura Lechuga Gómez, Xavier Querol Carceller y Carmen Torras Genís.

Vaivenes

En representación de los premiados, el director del IDIBAPS de Barcelona, Elías Campo, ha dicho que los premios son "un honor y un privilegio" que van "más allá de nuestras personas" porque la ciencia es una inversión de futuro que "mejorará la vida de nuestros hijos" y de las próximas generaciones.

Sin embargo, los científicos "vivimos con perplejidad la ondulante consideración de esta en la agenda política". Sirvan como ejemplo, "anecdótico pero ilustrativo", "las idas y venidas de estos premios" que fueron constituidos hace años y que aunque "hoy se conceden en todo su repertorio", en años anteriores ni se han convocado.

"Desgraciadamente, la estrategia científica del país sigue vaivenes similares", y, como consecuencia, la solidez del sistema científico español está en una situación de "fragilidad extrema", no solo por la falta de financiación global y estructural, sino también por la excesiva burocratización que dificulta la "plasticidad, la creatividad y la competitividad".

Campo ha reclamado "una estrategia de visión amplia" con proyectos sólidos a largo plazo que permitan el trabajo de los jóvenes investigadores, romper definitivamente las barreras invisibles en las diferencias de género, avanzar en la necesaria transferencia del conocimiento y complicidad entre el sector privado y el público. Y, "quizá", contar con una asesoría científica estable que ayude a nuestros dirigentes a tomar decisiones.

Por su parte, el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, ha destacado el trabajo de los científicos durante la pandemia y ha apuntado que, al margen de esta, la I+D es "imprescindible" para mejorar la competitividad y generar empleo de calidad mejor remunerado, y construir una economía fuerte para sostener un Estado que proteja a los más débiles y trabaje para que "nadie se quede atrás".

Y para lograrlo, "creo que podemos aprovechar el momento de confianza social en la ciencia para aprender del pasado, corregir errores y diseñar un proyecto que esta vez sea exitoso". Los premiados ya han hecho su parte, "ahora espero que nosotros cumplamos también la nuestra", ha concluido.