Las erupciones en el Sol ejercen un gran efecto sobre las nubes y el balance energético de la Tierra, que ha podido ser medido con precisión por primera vez.

Este es el resultado de un nuevo estudio realizado por investigadores de DTU Space en la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU) y de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

"Probamos los efectos de los rayos cósmicos en la atmósfera durante aproximadamente dos semanas. Cuando las explosiones solares reducen el flujo de rayos cósmicos que llegan a la Tierra, reducen temporalmente la producción de pequeños aerosoles. Los aerosoles son grupos moleculares en el aire que normalmente crecen para sembrar las gotas de agua. de nubes de bajo nivel. Esto, a su vez, reduce la cobertura de nubes, que se sabe que afecta el clima", dice el investigador principal Henrik Svensmark, de la Universidad Tecnológica de Dinamarca y autor principal del estudio publicado en Scientific Reports.

El gran avance es que el efecto sobre el presupuesto de energía de la Tierra se ha cuantificado directamente utilizando observaciones satelitales detalladas del instrumento CERES en los satélites Terra y Aqua de la NASA. La observación es que la Tierra absorbe casi 2 W / m2 de energía extra dentro de los 4 a 6 días del mínimo de rayos cósmicos.

Esta investigación conecta las variaciones observables en las nubes y el presupuesto de energía de la Tierra con los experimentos y la teoría de laboratorio daneses. Muestra cómo los rayos cósmicos ayudan a producir los aerosoles más importantes y aceleran su crecimiento a núcleos de condensación de nubes.

Investigaciones previas del equipo predijeron que los efectos deberían ser más notables en las nubes líquidas de baja altitud sobre los océanos se confirma con el nuevo estudio. Los mapas espaciales verifican que los cambios dominantes del forzamiento radiativo neto provienen de las nubes bajas de líquido sobre los mares prístinos.

"Ahora tenemos observaciones simultáneas de la disminución de los rayos cósmicos, aerosoles, nubes y el presupuesto de energía, lo cual es bastante sorprendente", agrega el profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén Nir Shaviv, couator del trabajo.

"Los efectos solares en este estudio son demasiado breves para tener un efecto duradero en el clima. Sin embargo, dramatizan el mecanismo de nubes de rayos cósmicos que funciona con más paciencia en escalas de tiempo más largas. La esperanza es que este resultado ayude a repensar el efecto a largo plazo de la actividad solar y los rayos cósmicos en el clima", dice Henrik Svensmark.