El 26 de noviembre del año 1985 murió en Madrid el escultor turolense Pablo Serrano Aguilar, uno de los artisdtas contemporáneos más importantes a nivel nacional e internacional.

Nació el 10 de febrero de 1908 en la pequeña localidad turolense de Crivillén. Fue sin duda uno de los más grandes escultores contemporáneos llegando a ser galardonado en el año 1982 con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en honor a toda su larga trayectoria profesional.

Estudió escultura en Zaragoza y después continuó sus estudios en Barcelona, pero fue en Sudamérica donde adquirió fama y prestigio internacional. A partir del año 1929 inició su actividad escultórica en Argentina y Uruguay donde estuvo trabajando durante 25 años. Sin embargo, a pesar de que estaba residiendo lejos de Europa, siempre mantuvo el contacto y estuvo al corriente de las vanguardias europeas en el arte de aquel momento.

Referente

En las décadas de los años cuarenta y cincuenta recibió varias veces el Primer Premio Nacional del Salón de Bellas Artes de Montevideo y se convirtió en un referente de la escultura en Latinoamérica. Chile, Méjico, Uruguay, Puerto Rico y Argentina están salpicados de esculturas de este período de su vida.

Le faltaba dar el salto a Europa, regresar a sus raíces, cosa que hizo en 1955 tras recibir el Gran Premio de Escultura en la Bienal Hispanoamericana de Barcelona. En el año 1957 fundó el Grupo El Paso, que se convirtió en un movimiento vanguardista que introdujo el arte abstracto en la península.

Expuso sus obras en los principales museos de Europa y América, convirtiéndose en uno de los escultores más importantes a nivel mundial de la segunda mitad del siglo XX. Museos como los de Milán, Berlín, el MoMA y el Guggenheim de Nueva York, el Ermitage de San Petersburgo, el Centro Georges Pompidou de París, el de Arte Contemporáneo de la Villa de París, la Fundación Gulbenkian de Lisboa, el Middelheim de Amberes, la colección Gaudifond Arte, los Museos Vaticanos y el Centro Nacional de Arte Reina Sofía, albergan sus obras; por citar tan sólo, los más prestigiosos, ya que la lista es interminable.

Desde luego Pablo Serrano destacó por ser un autor muy prolífico. Su acción más comprometida fue retirar en 1975 su obra de la exposición Telecom 75 en Ginebra como protesta por los últimos fusilamientos franquistas.

El museo

Finalmente, murió a finales del mes de noviembre en Madrid en aquél año de 1985, cediendo parte de sus obras al Museo Pablo Serrano de Zaragoza, responsable de investigar, exhibir y difundir el legado del artista. Han transcurrido ya muchos años desde su muerte pero su obra ha dejado una honda huella en todo el mundo y por ello se siguen sucediendo exposiciones de sus trabajos en ciudades como Estrasburgo, Roma, Buenos Aires, Brasilia, Santiago de Chile, Rabat, Valencia, Madrid o Barcelona, por poner sólo algunos ejemplos.

¿Y qué otras obras suyas se pueden ver en Aragón? Sin duda una de las que más destaca es la Venida de la Virgen, que se encuentra en la fachada de la Basílica del Pilar de Zaragoza que da a la misma plaza. No obstante, no es la única obra del aragonés que puede verse en la capital aragonesa, y es que también son suyas las esculturas dedicadas a San Valero y al Ángel Custodio y que se encuentran en la puerta del Ayuntamiento o el monumento a José Sinués detrás del Teatro Principal.

Pero si viajamos por el territorio español encontraremos magníficas obras de este universal artista turolense como la que representa a Miguel de Unamuno en Salamanca o el monumento funerario dedicado a Félix Rodríguez de la Fuente en el cementerio de San José de Burgos. Sin duda su obra dejó huella en muchísimos lugares.