La tienda tiene más de cien años de historia. ¿Cómo empezó la tuya?

Con trece años recuerdo estar con mi padre en una feria de anticuarios en Francia. Me dijo: "Toma, cinco mil pesetas, haz lo que quieras con ellas. Compra algo, te las quedas, te gastas la mitad...". Me animé y compré unas láminas antiguas de unos perritos cazando. Pensé que si a mí me gustaban a alguien más le gustarían. Cuando regresamos a la tienda en Zaragoza vino una clienta de siempre, le encantaron y se las quedó. Entonces mi padre me dijo: "Ahora que has ganado un beneficio, tú decides. Lo inviertes o te lo quedas". Aposté por lo primero y compré otro cuadro, tuve suerte, lo vendí... y gracias a esas cinco mil pesetas, a esos treinta euros iniciales, he conseguido llevar toda la vida en este negocio.

En una sociedad que acostumbra al desecho... ¿qué lugar ocupan las antigüedades?

Las antigüedades están hechas para durar y eso creo que en una casa da sensación de calidad y de calidez. Al final ese objeto vivido tiene una historia y aunque tú o tus invitados la desconozcan, al menos da que pensar. Además, la mayoría de las antigüedades son únicas y eso hace que tu casa sea única, pese a que la del otro tenga mil metros cuadrados (ríe).

Pasión por los detalles. ANDREEA VORNICU

Ahora parece que optamos por lo práctico, por la cultura de lo abatible... 

Efectivamente, un reloj imperio o un cuadro no ofrecen ninguna practicidad, pero también en nuestras casas tenemos muchas cosas que no valen para nada. A veces es curioso pero pones un mueble de Ikea y encima una escultura antigua y ya lo has cambiado completamente todo, has vestido el salón.

¿Crees que desterramos lo no útil, aquello que solo está hecho para el gozo estético?

Tendemos a eso, pero luego todos queremos cosas bellas. ¿Por qué tenemos fotografías de un desconocido o colgamos cuadros que hemos comprado en cualquier sitio? No es útil como práctico, pero es útil para el alma, te hace ser feliz.

"En la generación de mi abuelo se compraban las cosas para toda la vida. Ahora queremos lo que está de moda"

¿Cuando te desprendes de una pieza velas por su bienestar?

Siempre pensamos en que el cliente dé un protagonismo a la pieza, la tenga en un sitio acorde con su valor. Eso lo aprendí sobre todo de mi tío, el pintor Ángel Maturén. Cuando vendía un cuadro, antes de cobrarlo, quería conocer al cliente, analizar su psicología. Si le caía mal o pensaba que no iba a apreciar su obra, no se la vendía. Cuando cerramos una operación, velamos por que el objeto esté bien conservado, que no lo usen para tapar un radiador, que no le dé la luz directa... Recuerdo que una vez nos pidieron cortar la tapa de un mueble porque pegaba con la puerta. Evidentemente no se lo vendimos. 

En esta época tan volátil... ¿tendemos a olvidarnos del pasado?

La gente dice que la vida pasada era peor. Sí, pero por eso mismo queremos mejorar. Buscamos que no haya tanta diferencia entre las clases sociales, ser más iguales... gracias a eso, a saber cómo eran antes las cosas, evolucionamos. Sucede también en este mundo. Sin arte pasado no somos nadie. Lo que somos es lo que hemos hecho, lo que hemos sido. Imagina dónde estaban estos muebles del siglo XVIII que hay aquí, en qué palacios...

Unos minutos de retrospectiva. ANDREEA VORNICU

Los hábitos cambian, la vida es cada vez más veloz.

También lo entiendo. La gente vive más al día, tiene otro tipo de decoración... hasta que de pronto se les enciende la bombilla. No digo que compren en un anticuario, pero igual heredan un lápiz de su abuelo que no vale nada y que sin embargo desean conservar toda la vida. Me gustaría educar un poco más a los jóvenes en este tema, la importancia del pasado, de la historia, del recuerdo...

"En este negocio se aprende gastándote el dinero"

Tendemos a correr, a tenerlo todo pronto y fácil, pero sin embargo no buscamos cosas que duren.

En las últimas décadas nos han educado de esta manera. Desde los años 60, con la obsolescencia programada, empezaron a fabricar cosas de peor calidad. Sucede con la electrónica, los coches... Si no se rompían, aparecían nuevos modelos más atractivos, se acababa el negocio. En la generación de mi abuelo se compraban las cosas para toda la vida. ¿Ahora qué queremos? Lo que está de moda. Tenemos una cómoda blanca y si a los dos años se lleva la roja, ponemos la roja. El consumismo es una competición, el vecino tiene una pantalla 4K HD y tú también la quieres. Pues mira, esa competición se acabaría comprando un objeto antiguo. Tú compras un bronce, un reloj, un cuadro y el vecino dirá: "¡Hostia! Yo quiero uno mejor que el tuyo". Pues búscalo, a ver si lo encuentras (ríe).

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Maturén Art Gallery & Antiques ANDREEA VORNICU

¿Y el tema de las falsificaciones? Entiendo que en este sector serán muy comunes...

Todas las semanas me enseñan piezas falsas. Es importantísimo conocer al anticuario, porque es muy fácil comprar una reproducción. El mercado está inundado. Yo cada día sé menos. Con 18 años me atrevía más a opinar, pero conforme pasa el tiempo ves tantas falsificaciones que te das cuenta del cuidado que debes tener. En este negocio se aprende gastándote el dinero. Cuando te haces con un objeto muy costoso, lo estudias y te percatas de que al final resulta que es falso... eso no se te olvida nunca (ríe).

Hablando de dinero, por puro morbo... ¿cuál es la pieza más exclusiva que ha pasado por tus manos?

Yo me dedico principalmente a la pintura. Hemos trabajado con obras de Goya, Bayeu, Zurbarán... La pieza más cara que he intentado vender, porque no lo conseguí, fue un Rubens de 20 millones de euros.

LA RÁFAGA


– Una canción.

– 'The Wonder of You', de Elvis Presley, y 'Estranged', de Guns N' Roses.

– Un libro.

– Me pego todo el día leyendo libros de arte.

– Un plato.

– La fritada. Esperabas algo más sofisticado, ¿no?

– Un lugar.

– Los templos de Angkor, en Camboya.

– Una imagen recurrente.

– Últimamente me viene mucho mi padre.

– Si el fin del mundo llegara mañana...

– Lo pasaría con mi mujer, mi hijo y mi madre.

– Benidorm Fest.

– Algo he oído pero no sé de qué va.

– 'Ecce Homo'.

– Todo un icono pop.

– Jeff Koons.

– Fascinante.

– Situación del Casco Histórico de Zaragoza.

– La gente debería dejar de llamarlo Casco Viejo y volver a llamarlo Casco Histórico, así lo apreciarían, lo cuidarían y lo valorarían.

– Reforma laboral.

– Seguramente no sabemos ni un 10% de lo que quieren cambiar.

– Despliegue ruso en Bielorrusia.

– Soy optimista. Me preocupo de las cosas cuando suceden.

– Algo que te aburre.

– No me gusta que me repitan las cosas.