Los plenos municipales telemáticos, obligados durante la parte más dura de la pandemia y que en Alicante todavía persisten porque así lo quiere el alcalde Luis Barcala, nos han regalado anécdotas y situaciones surrealistas como para montar un programa de televisión que bien podría titularse "Lo que el ojo sí ve".

Desde aquel concejal socialista de Torrelavega que se duchó durante la sesión plenaria y fue captado desnudo por su webcam, que él creía apagada, hasta la edil popular de Torrox que votó en bikini desde la tumbona en una playa, han sido muchos los políticos pillados en situaciones cuanto menos embarazosas.

Los micros abiertos o las cámaras encendidas durante los plenos virtuales han jugado malas pasadas también en la provincia de Alicante.

El concejal de Compromís en Alicante Rafa Mas fue reprendido por el alcalde tras ausentarse unos segundos, durante su turno de palabra, para abrir la puerta tras sonarle el telefonillo en casa.

La concejala de Contratación y Aseo Urbano de Torrevieja, Carmen Gómez (PP), fue multada por asistir a una comisión telemática de Hacienda del Ayuntamiento mientras conducía.

Tiempo después, también durante una reunión plenaria, el edil del PP y presidente de la Diputación Provincial, Carlos Mazón, fue "cazado" mientras le hacían una sesión de fotos.

El también presidente del PP de la Comunidad Valenciana ha vuelto a ser grabado este martes en un momento indecoroso al verse cómo en un momento del pleno municipal de Alicante en el que se aprobaba la polémica ordenanza de la mendicidad, aparecía comiendo algo en una sede de su partido desde la que se ha conectado a la sesión virtual.

Aunque bien es cierto que en ese instante en concreto se estaba hablando de la EUIPO y no de la controvertida normativa que ha salido adelante con los apoyos del PP, Cs y Vox, observar a uno de los ediles que ha votado a favor de multar a los indigentes por mendigar en la calle llevándose a la boca un buen trozo de comida y masticar a dos carrillos durante ese mismo pleno es una metáfora visual que da munición gratuita a los adversarios políticos.

Y es que, ya se sabe, a los plenos virtuales hay que "asistir" duchado y desayunado, que las cámaras y los micros los carga el diablo. Bien aprendido lo debería tener Mazón, a quien el audio encendido ya le costó un malentendido durante otro pleno municipal.