La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado este jueves una guía provisional sobre el rastreo de contactos y la cuarentena en aquellas zonas con niveles extremadamente altos de circulación de la variante ómicron de la COVID-19.

En los lugares donde hay un aumento de casos y los servicios sanitarios están bajo presión, la OMS reconoce que "puede ser necesario ajustar las políticas de cuarentena y rastreo de contactos".

Así, consideran que la cuarentena puede acortarse: por ejemplo, a 10 días sin una prueba diagnóstica, y a 7 días con un test negativo, siempre que la persona no desarrolle ningún síntoma. Esto contrasta con la recomendación actual de la OMS de 14 días de cuarentena para todos los contactos.

"Cuando no es posible realizar pruebas para acortar la cuarentena, se puede utilizar como sustituto la ausencia de desarrollo de síntomas después de un cierto número de días. Por ejemplo, la cuarentena podría terminarse después de 10 días sin realizar pruebas si el contacto no presenta síntomas. El riesgo de transmisión tras la cuarentena para 10 días de cuarentena (basado en datos anteriores a ómicron) se estima en torno al 1 por ciento, con un límite superior de aproximadamente el 10 por ciento", explica la OMS.

Si se acorta el periodo de cuarentena, la OMS recomienda que las personas sigan llevando una mascarilla médica "bien ajustada en todo momento" durante todas las actividades interiores y exteriores en las que pueda haber interacción con otras personas, junto con otras medidas de prevención y control de la infección, como el distanciamiento físico, la ventilación adecuada de los espacios interiores y la higiene de las manos, durante el resto de los 14 días.

En cualquier caso, el organismo sanitario internacional de Naciones Unidas advierte de que "cualquier modificación de las políticas de rastreo de contactos y cuarentena aumentará el riesgo de transmisión ulterior y debe sopesarse con la capacidad de atención sanitaria, la inmunidad de la población y las consideraciones socioeconómicas".