Una semana después de su última erupción, el volcán Etna, que se encuentra en la isla italiana de Sicilia, ha vuelto a escupir lava y una columna de ceniza a través de uno de los cráteres que se encuentran en el lado sureste de la montaña.

El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología ha señalado en un comunicado que el volcán ha lanzado una columna de unos 12 kilómetros de altura, lo que ha dejado una gran humareda negra en la zona.

Por el momento no se han registrado daños ni víctimas mortales, mientras que los residentes de la isla han señalado que hay mucha ceniza en el ambiente. El aeropuerto de Catania ha suspendido todos los vuelos en un primer momento, si bien los vuelos se han reanudado poco después.

La última erupción se registró el pasado 10 de febrero y provocó una emisión explosiva de lava, aunque leve. Los expertos consideran ahora que la erupción se debe a la acumulación de magma.