La exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo reivindica en este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, la lucha del movimiento feminista histórico y pide que no se "desvíe el tiro" hacia cuestiones que no benefician a las mujeres: "el feminismo tiene que estar en los problemas reales".

"Las feministas que venimos años trabajando estamos muy curtidas de otras batallas y no nos resulta extraño lo que ocurre incluso cuando se desvía el tiro para un sitio que no es el que nos beneficia las mujeres", advierte Calvo en una entrevista a Efe.

Para Calvo, presidenta de la comisión de Igualdad del Congreso, el 8-M tiene que ser un día reivindicativo de la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres y debe ser también un movimiento que luche contra la prostitución, "una inmensa esclavitud" que representa el sometimiento de las mujeres a los hombres.

Un 8M que vuelve a las calles después del parón de la pandemia, aunque lo hace dividido, pues parte del movimiento feminista, contrario a la ley trans y abolicionista, ha decidido convocar marchas alternativas.

Para la exvicepresidenta del Gobierno, el feminismo siempre ha tenido "sus matices y sus corrientes", pero lo importante es que esté en los problemas reales, en la igualdad entre hombres y mujeres y en la calidad de la democracia para dar respuesta a estas cuestiones.

La lucha contra la prostitución, prioridad del feminismo

En ese sentido, una de las prioridades para Calvo es la lucha contra la prostitución. "La prostitución no es un trabajo, es una inmensa esclavitud, que representa el sometimiento de las mujeres a los hombres y en ese sentido me parece que es un gran lema".

Cree que hay que ir "un poco más rápido" y anuncia que el PSOE "no va a perder el tiempo"; ha presentado ya enmiendas a la ley de garantía integral de la libertad sexual -conocida como la ley del sólo sí es sí- para "ir avanzando terreno en la lucha contra la prostitución".

Considera que desde la perspectiva feminista no se puede regular la prostitución como si fuera un trabajo, ya que no hay ninguna libertad en su elección, y argumenta que a lo largo de la historia han sido las mujeres marginadas, pobres y desesperadas las que han acudido a ella para ganarse la vida.

Y hace un llamamiento a la conciencia cívica para advertir de que España es el país con mayores cifras de prostitución en Europa y el segundo a nivel mundial. "Si la política es dar respuesta a los problemas que cada país tiene, éste es un problema que tienen todos los países, pero España lo tiene elevado a la enésima potencia, así que nos lo tenemos que mirar".

"No podemos traficar con la integridad del cuerpo de la mujer"

Hay cosas -subraya- que no pueden ser objeto de comercio. "No traficamos con órganos, con mujeres, con vientres de alquiler, no podemos traficar con la integridad del cuerpo de la mujer, que es la base de su existencia".

La gestación subrogada o los llamados "vientres de alquiler" son -para Calvo- otra forma de violencia contra la mujer, "una contradicción inmensa en la que salimos atropelladas las mujeres".

Rechaza así ver en ello un elemento de libertad o modernidad: "Al final es un negocio con el que alguien se está enriqueciendo".

Discrepancias con Podemos por la ley trans

Sobre su salida del Gobierno y las discrepancias con Unidas Podemos por la ley trans diseñada por el Ministerio de Igualdad, liderado por Irene Montero, Calvo niega que hubiera un enfrentamiento y explica que su obligación como vicepresidenta era coordinar el trabajo legislativo del Ejecutivo.

"Es verdad que el feminismo del PSOE tiene cuestiones que no son iguales que el feminismo de Unidas Podemos", reconoce, pero, sostiene, España tiene que avanzar en sus leyes de igualdad entre hombres y mujeres y en los derechos del colectivo LGTBI "de manera correcta y armoniosa jurídicamente".

Así, sobre la ley trans señala que no hay un derecho a la autodeterminación de género sin más criterios, sin más regulación "ni aquí ni en ningún lugar del mundo, porque esa posibilidad de posición absoluta no existe".

Reconoce que hay colectivos LGTBI que necesitan avanzar en la protección de sus derechos, pero advierte de que un país que tiene una gran legislación de igualdad sobre el fundamento de los sexos, hombre y mujer, "tiene que mirar cómo regula nuevos derechos para que no entren en colisión y nos impidan a las mujeres seguir avanzando".

Calvo confía en que en esta legislatura salgan adelante las leyes de garantía integral de la libertad sexual y la de igualdad de trato y no discriminación, que será "una grandísima ley" gracias a la que España va a incorporar el derecho antidiscriminatorio y convertir en delito el odio contra el diferente.