En el otoño de 2015, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) propuso a los líderes mundiales un conjunto de objetivos comunes para su aprobación. Para ello planteó una

agenda de trabajo a 15 años vista, la llamada Agenda 2030, en la que se marcaron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que abarcan diferentes ámbitos y distintos retos, la mayoría de ellos relacionados con la conservación del medio ambiente. Desde proteger la vida submarina y la de los ecosistemas terrestres, hasta reinventar el concepto de ciudad. Desde asegurar el acceso de todos al agua potable y de saneamiento, hasta promover las energías no contaminantes o impulsar la acción climática.

Uno de los principales ODS es el 12, centrado en garantizar unas modalidades de consumo y producción sostenibles como requisito esencial para el desarrollo sostenible.

Como señala la propia ONU, la consecución de este objetivo es esencial para el logro del resto pues de alguna manera influye en todos ellos. Éste ODS apela, junto al número 9, a lograr una industria más innovadora y comprometida con el medio ambiente. Sin embargo ¿está colaborando el sector productivo a alcanzar esa meta? ¿Cuántas empresas están sinceramente comprometidas con los ODS? Por suerte muchas; por desgracia no todas. En nuestro país podemos citar algunos casos relevantes en diferentes sectores. Estos son algunos ejemplos. Las empresas Danone lleva mucho tiempo revisando sus procesos productivos para la prevención y reducción en origen de la contaminación que genera su actividad industrial, reducir el impacto ambiental de sus productos y contribuir a la consecución de los ODS. Es la primera compañía de gran consumo con certificado B Corp en España y basta con leer el manifiesto ‘Algo tiene que cambiar’, basado en su visión ‘One planet: One health’, para reconocer su compromiso con la sociedad y con el planeta.

Unilever, Ikea, Cerealto Siro, CO2 Revolution, Seur, Securitas Direct, Ternua, Iberia o Danone están aportando su esfuerzo para alcanzar los ODS


Unilever es una de las compañías más reconocidas a nivel internacional por su compromiso con el medio ambiente y los ODS, un compromiso que ha compartido con la sociedad a través de su ‘Plan Unilever para una Vida Sostenible’. Como reconocía la propia Ellen MacArthur, activista ambiental fundadora de la Fundación Ellen MacArthur para el impulso de la Economía Circular, “Unilever muestra el camino a seguir para hacer negocios respetando los límites del planeta y protegiendo el medio ambiente”. Securitas Direct tiene uno de los planes de desarrollo más comprometidos con la Agenda 2030 de su sector. Su foco, la protección de personas y del medioambiente. Entre sus hitos destaca su gran equipo de voluntariado ‘Marea Roja’ formado por más 4.000 voluntarios que desarrollan más de 100 iniciativas anuales. La compañía forma parte del Pacto Mundial de las Naciones Unidas. Sumando grandes acciones a favor del medio ambiente y contra el cambio climático Ikea es uno de los grandes motores que están impulsando al mundo hacia los ODS. Desde el cambio profundo de su catálogo, hasta el impulso a las energías renovables o el ahorro de agua, su labor va mucho más allá de la fabricación, distribución y venta de productos sostenibles: Ikea ha logrado integrar los ODS a su ADN como empresa. Seur está llevando a cabo una gran labor para convertirse en la compañía más sostenible del sector del transporte urgente. Su estrategia se basa en alcanzar un reparto 100% sostenible en el centro de 20 ciudades españolas para 2025 y reducir así en un 30% las emisiones de CO2 en todos sus envíos por el territorio nacional.

Circulando hacia una nueva economía

En el libro se recoge la apuesta por la economía circular que están realizando muchas empresas para avanzar hacia un desarrollo más sostenible y en armonía con el planeta


Iberia es una de las compañías aéreas que está protagonizando mayores avances en línea con la Agenda 2030 y los ODS. Desde la renovación de su flota con aparatos que reducen un 25% las emisiones de CO2 para alcanzar la neutralidad climática en 2050, hasta iniciativas como ‘Life Zero Cabin Waste’ para lograr el reciclaje de los residuos que se generan en sus vuelos. Cerealto Siro alcanzó en 2018 el vertido cero en todas sus fábricas de España y Portugal y desde entonces sigue realizando cambios para lograr lo mismo en el 100% de sus plantas. Ha reducido a la mitad el uso de fitosanitarios en los campos de cultivo y está cambiando su flota de vehículos para reducir un 25% las emisiones de CO2 vinculadas a la distribución de sus productos.

La marca vasca de ropa técnica de montaña y moda urbana Ternua lleva muchos años elaborando sus prendas a partir de plástico reciclado y ha conseguido convertirse en uno de los referentes mundiales en sostenibilidad acumulando premios internacionales por su compromiso con el desarrollo sostenible y los ODS.

La empresa navarra CO2 Revolution, calificada en su momento como una de las cien mejores startups del mundo, ha revolucionado los métodos de reforestación ayudando a reponer, no ya los bosques, sino los ecosistemas forestales autóctonos afectados por el fuego contribuyendo así a la mitigación del cambio climático. Existen muchas, muchísimas empresas más, desde pequeñas pymes hasta grandes compañías multinacionales, que están aportando su esfuerzo para alcanzar los ODS. Empresas a las que por cuestiones de espacio no hemos podido citar, pero a las que cabe brindarles desde aquí el merecido reconocimiento.