Aragón encara el reto de reinventarse y transformarse a través de la innovación, una herramienta clave para la modernización de la economía y del conjunto de la sociedad con un modelo de crecimiento inclusivo, equilibrado y sostenible. El botón para accionar esa palanca de cambio es el plan de recuperación de la economía española que ya se ha puesto en marcha. Hasta 2026, el Gobierno, a medida que cumpla con reformas prometidas, contará con 140.000 millones de euros provenientes de fondos europeos, en torno a la mitad a fondo perdido y el resto en forma de créditos, para desplegarlas e impulsar la reactivación económica después del batacazo sufrido por el impacto de la pandemia del coronavirus. Pero, ¿en qué medida se concretará ese plan? ¿qué rol deben jugar en el mismo la administración pública y el sector privado? ¿cómo usar esa inyección de dinero para transformas el país?

Todos esos interrogantes, transcendentales para el desarrollo de la comunidad y del conjunto de España fueron abordados en la jornada de ponencias y debates de Futuribles celebrada en Zaragoza el pasado 3 de junio. Las instalaciones de CaixaForum en la capital aragonesa acogieron el evento, inaugurado por la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría. El programa incluyó una conferencia y dos mesas redondas con la participación de expertos, empresarios y representantes institucionales.

El propósito fue examinar y divulgar el estado de la innovación en Aragón en un contexto marcado por grandes tendencias como la digitalización, la robotización y la transición energética, y también por las oportunidades que brindan los nuevos fondos europeos (Next Generation UE) para sacar partido de tales progresos globales.

Frente a la idea demasiado manida que se tiene de la innovación, este transcendental concepto engloba todo cambio no solo tecnológico basado en el contenido no solo científico que genera valor no solo económico. ¿Cómo está España en innovación? La respuesta fue tajante: «No estamos bien». Una mala posición atribuida a la evolución que ha tenido el país en su historia pasada. Siendo la décima potencial mundial en producción científica, ocupa la posición 30 en la clasificación de innovación. La inversión –que no el gasto– en innovación no crece como debiera para alcanzar las cuotas de los socios europeos de referencia. Tampoco Aragón sale bien parada: es una región «moderadamente innovadora». Por tanto, la capacidad de mejora es enorme.

Para cambiar las tornas es necesario eliminar barreras legislativas, crear incentivos para la colaboración del sector investigador con las empresas, impulsar la propiedad intelectual y mejorar la fiscalidad para quienes innovan, entre otras muchas medidas. Los fondos europeos son la oportunidad de oro, una invitación a cambiar.

Pero hablar de innovación es hablar también de creación y retención de talento. «La revolución tecnológica no es posible sin la educación», destacó la ministra Pilar Alegría, quien ensalzó la trascendencia que va a tener la reforma de la FP para la transformación del país con una inversión de 7.700 millones de euros hasta 2025 y también abogó por acabar con la brecha de género en la ciencia para no perder el talento femenino.

«Alfombra roja» para la inversión

Sobre la situación en Aragón y la necesidad de talento de las empresas se habló en las dos mesas redondas de la jornada. El sector público aragonés apuesta por estimular la innovación como palanca de cambio con el punto de mira puesto en el hidrógeno, la nanotecnología y la agroalimentación. El Gobierno de Aragón ha incrementado un 35% el presupuesto de innovación en 3 años, mientras que el Ayuntamiento de Zaragoza mantiene una política de «alfombra roja» para las empresas que quieran invertir aquí. En cuanto a la FP, queda mucho trabajo pero en Aragón «las cosas se están haciendo bien» con nueve centros integrados públicos de formación profesional (CPIFP) y un Centro de Innovación para la FP en Aragón (CIFPA), que conforman el Campus A.0 . Las instituciones educativas son un actor clave en el ecosistema innovador y la formación debe adaptarse a las necesidades del tejido productivo.

La jornada de Futuribles en Zaragoza contó con la participación de la consejera aragonesa de Ciencia, Maru Díaz, la concejala de Economía e Innovación de Zaragoza, Carmen Herrarte, el director general de Innovación y Formación Profesional del Gobierno de Aragón, Toni Martínez, y el director de Telefónica en la Zona Este, José Manuel Casas, así como de representantes de las empresas del sector educativo ESIC, Master D (Grupo Educa) y Edelvives. Clausuró la jornada la vicealcaldesa de Zaragoza, Sara Fernández.