Usted sabrá que (definitivamente) se hace mayor si lee en redes sociales ‘padrear’ y no acaba de entender el contexto o si mira sorprendido a un grupo de chavales por la calle por decirse “padre” entre ellos sin que, con seguridad, ninguno haya inaugurado el casillero de la descendencia. Cambian los tiempos y con ellos, cómo no, la jerga.

En su momento fue ‘molar’, le sucedió ‘chanar’ y ahora irrumpe con furor ‘padrear’, a medio camino entre esas acepciones y una forma de elogiar a alguien por cómo es o por la forma en que ha superado una situación o a otra persona a un nivel digno del vacile y el chuleo. En cualquier caso y para alivio de los más mayores, el concepto puede llegar a generar controversia entre los propios jóvenes, que a veces se acusan entre sí por no saber utilizar el término en un contexto adecuado. También hay quejas por un nuevo ejemplo de machismo léxico. ¿Por qué no madrear?

El término se suma a acepciones como ‘crush’ (relacionada con el flechazo y la media naranja) o ‘marcarse un next’ (pasar de algo o de alguien) términos que acuñan millennials y miembros de la Generación Z, e incluso algún ‘boomer’ que se niega a perder el hilo del nuevo lenguaje de la chavalada.

Y forma parte del guion de no pocos foros y chats de internetacompañando memes, tuits y comentarios para exaltar el nivel de una persona o de alguna actuación. Incluso es motivo de agria polémica en webs tan populares como Forocoches y se hace un hueco en espacios de humor de otras generaciones en su denodado esfuerzo por adaptarse a la jerga de los nuevos tiempos.