España fue el primer país del mundo donde empezaron a construirse las primeras plantas termosolares con almacenamiento térmico. La termosolar es una energía renovable que funciona con la energía térmica que proviene del sol, y puede funcionar en combinación con otras renovables, como la fotovoltaica. Ya en 2012 había 50 plantas termosolares instaladas en nuestro país. 

Con el paso del tiempo, esta tecnología disruptiva acabó siendo exportada a países como Estados Unidos, Chile, Marruecos o Sudáfrica, entre otros. Con el paso del tiempo, esta tecnología no consiguió los niveles de optimización necesarios para mejorar suficientemente sus costes, siendo los subsidios del Estado y los incentivos fiscales sus únicas vías de financiación y desarrollo. 

En este contexto nace IMEnergy, una empresa de espíritu innovador que, desde el año 2015, diseña y construye plantas de generación de energía, especialmente solares, fotovoltaicas y termosolares. La compañía está especializada en el diseño, suministro y construcción de las estructuras de seguimiento. 

José Manuel Suárez, ingeniero industrial con más de 25 años de experiencia y CEO de IMEnergy, nos explica su funcionamiento: “estas estructuras son, en el caso de las plantas fotovoltaicas, las encargadas de albergar los módulos fotovoltaicos. Las estructuras de los seguidores, en función de su ubicación, son programadas con un algoritmo que hace el seguimiento solar con el objetivo de que los módulos fotovoltaicos siempre estén orientados de la forma más perpendicular posible a los rayos del sol y se maximice la captación de la energía solar apuntando al este por la mañana y al oeste por la tarde”.

Nuevas soluciones

En los últimos años, IMEnergy ha focalizado su actividad en el desarrollo de proyectos de investigación que aporten soluciones sostenibles al futuro del sector energético, visibilizando a la más española de las energías renovables. “Tenemos oficinas en Madrid y Gijón y tenemos presencia en países como México y Sudáfrica; aprovechamos las regiones que, por sus condiciones climáticas y geográficas, tienen las condiciones idóneas para aprovechar una energía tan potente como es la solar, lo que nos hace tener también oportunidades en países como Chile, EE.UU., Australia, Italia o Marruecos”, destaca Suárez.

Crear estas líneas de colaboración e investigación en el entorno de las energías renovables es clave para continuar poniendo la tecnología al servicio de la sociedad y del crecimiento sostenible. Cada vez es más evidente que el futuro de la energía será renovable o no será; y empresas como IMEnergy demuestran que, desde España, podemos aportar mucho en este sentido. “Entre las 10-15 empresas más grandes del mundo de este sector de seguidores solares, hay 6 que son españolas Y, además, España tiene las condiciones idóneas para desarrollar estos proyectos, un hecho que nos anima a seguir invirtiendo en esta tecnología”, explica Suárez. 

'Partner' estratégico

Pese al carácter disruptivo de esta tecnología y el gran futuro que alberga para las empresas españolas, existe un problema principal que obstaculiza su desarrollo: se trata de una tecnología que no es gestionable. Si hace sol, se puede producir, si no hace sol, no se puede producir. “Es imprescindible desarrollar sistemas de almacenamiento de energía o crear plantas híbridas que combinen energías más gestionables con otras más baratas”, apunta Suárez. Estas dificultades animaron a IMEnergy a presentarse con un nuevo proyecto a Kaudal y su instrumento de mecenazgo tecnológico, una vía de financiación que canaliza financiación privada hacia empresas desarrolladoras de tecnología y basada en los incentivos fiscales aplicables a la investigación, desarrollo e innovación.

Este nuevo proyecto consiste en la creación de un nuevo seguidor fotovoltaico, denominado XXL debido a sus proporciones. Este seguidor fue desarrollado con materiales que se procesan de una forma diferente y unas líneas de ensamblaje que facilitan su instalación. 

El resultado final es que, en un mismo emplazamiento, se puede contar con mucha más potencia instalada. Según Suárez, “las consecuencias directas de este nuevo desarrollo conllevan un menor impacto ambiental, la optimización de los costes de producción y, en definitiva, una forma de lograr que las plantas con las que cuenta la compañía sean más eficientes.”

Kaudal acompañó a IMEnergy en todo el proceso, en torno a los procedimientos contractuales, legales, técnicos y acciones formales derivadas para que el proyecto tuviese éxito en tiempo récord. 

“Es una de las claras ventajas del mecenazgo tecnológico. Es una vía de financiación más, pero a nosotros nos ha beneficiado claramente en términos de aceleración del proyecto, y de contar con un partner que nos guíe en todo su desarrollo”, afirma Suárez.

Tras el éxito que está teniendo este proyecto, IMEnergy ya tiene la mira puesta en desarrollar nuevos proyectos que mejoren la optimización de las plantas fotovoltaicas, a través de sistemas de control de los seguidores que permiten estar en cada momento en la posición correcta. Suárez concluye: “El sector de las energías renovables y la energía solar tiene todo el futuro del mundo. Las empresas españolas tenemos que presumir y ser conscientes de que estamos a la cabeza de la tecnología y no podemos desaprovechar la ocasión”.