Sala de máquinas

La madrina, la ‘padrina’ y el gafe

Juan Bolea

Juan Bolea

Al que es gafe no le va mal, necesariamente, pero a los que están alrededor suyo les puede pasar de todo. Digo esto porque en la política española hay unos cuantos gafes. Uno de ellos, vengo sospechando desde hace tiempo, podría ser Alberto Garzón, el ministro de Comercio. Creo tener pruebas de su ceniza condición. Ajenos y sucesivos desastres y prójimas calamidades de quienes con él políticamente viajan jalonan su asombroso (por triunfal) camino. A él le va muy bien, cada vez mejor, pero a los que están con él… Veamos, si no: con Alberto Garzón desapareció el Partido Comunista de España, se desmanteló Izquierda Unida y comienza a descuajeringarse Unidas Podemos. El último paso de Garzón apunta a apuntalar a Yolanda Díaz y a su proyecto Sumar, que con él, ¡al tiempo!, podría convertirse en Restar.

Al margen de estas pequeñas e inocentes bromas, el caso es que la izquierda de la izquierda anda revuelta, de mal humor y buscando un gafe al que echar la culpa de sus encuestas.

Tenemos, por un lado, dando golpes de timón y de melena, abriendo puertas y cerrando heridas, como en la canción de Gloria Estefan, a la madrina de una nueva criatura, a doña Yolanda Díaz… Y, por otro, a la padrina doña Irene Montero llamando a filas a la «familia» porque alguno se le está yendo de casa. Primero fue Errejón, luego Pablo Iglesias, ahora Colau, mañana las mareas, pasado Compromís, y así hasta –¿por culpa del gafe?–, quedarse sola con Pablo Echenique, Ione Belarra y esa tremenda Pam, la secretaria de Estado de Igualdad, que hubiera preferido un aborto a Santiago Abascal.

Dichas estrategias, intrigas o movimientos de la izquierda se enmarcan en un plano nacional, de cara, sobre todo, a las generales de invierno, pero las primaverales de autonomías y ayuntamientos están a la vuelta de la esquina y podrían quedar bajo la bendición de la madrina, la llamada al orden de la padrina o la mala suerte del gafe. En Aragón, ¿con quién se presentará Sumar? Puede que con la Chunta de José Luis Soro, si acaso nuestros nacionalistas han escarmentado de su anterior y gafada experiencia con Errejón, producto puramente madrileño, sin proyección, a quien le va bastante mejor que a los suyos… Un momento… ¿Podría ser Tintín otro gafe?

Suscríbete para seguir leyendo