La contaminación acústica

El ruido de los coches aumenta los partos prematuros y las muertes por infarto

La Sociedad Española de Epidemiología pide potenciar el transporte público y sacar los vehículos de motor de las ciudades

Tráfico en la calle Marina de Barcelona, el pasado septiembre.

Tráfico en la calle Marina de Barcelona, el pasado septiembre. / FERRAN NADEU

Beatriz Pérez

El ruido tiene un efecto perjudicial en la salud de las personas: causa más partos prematuros, ingresos hospitalarios urgentes, enfermedades mentales y muertes por infarto de miocardio. Toda esta problemática está causada, principalmente, por "el ruido en el ámbito urbano debido a los vehículos de motor". En España cada año mueren unas mil personas y otras 4.000 son hospitalizadas por causas atribuibles al ruido.

Coincidiendo con el Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido, que se celebra este 26 de abril, la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) recuerda cómo el ruido afecta a la calidad de vida y bienestar de las personas. Esta sociedad médica es partidaria de potenciar el transporte público sacando el coche de las ciudades y recuerda, además, los barrios de rentas más bajas tienen una mayor percepción del ruido dentro de la vivienda, lo que perpetúa las desigualdades en salud.  

"El ruido es un factor que hay que considerar. No es solo molesto, sino que también representa una amenaza grave e importante para la salud de las personas", explica a este diario Óscar Zurriaga, presidente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE). Según él, su efecto es tan perjudicial como otros contaminantes que la sociedad reconoce con más facilidad como tal, como pueden ser los "químicos de la atmósfera". De hecho, disminuir un decibelio de ruido equivale a bajar 10 miligramos por metro cúbico de PM2.5, unas de las partículas más contaminantes del aire en la actualidad.

Molestias crónicas

De acuerdo con la Agencia Europea de Medio Ambiente (Aema), la exposición a largo plazo al ruido ambiental provoca 12.000 muertes prematuras y contribuye a 48.000 nuevos casos de cardiopatía isquémica cada año en Europa. Además, estima que 22 millones de personas sufren grandes molestias crónicas y que 6,5 millones sufren alteraciones graves del sueño debido a la contaminación acústica. Asimismo, calcula que una de cada cinco personas está expuesta a niveles de ruido perjudiciales para la salud en Europa. 

Así, los problemas que representa el ruido son "muchos y variados", que empiezan en una "mortalidad prematura", precisa Zurriaga. "El ruido en sí no mata directamente, pero es un factor "coadyuvante". "Causa enfermedades mentales, ocasiona ingresos hospitalarios que en otras ocasiones no se hubieran producido, produce partos prematuros y a menudo provoca que haya bebés de bajo peso al nacer que arrastrarán problemas mayores durante su vida", dice el presidente de la SEE. Además, causa problemas auditivos, trastornos metabólicos en adultos y afecta al desarrollo cognitivo de los menores.

Paralelamente, el ruido puede agravar estados de salud que en otras circunstancias no serían tan preocupantes. "Todo ello causado principalmente por el ruido en el ámbito urbano debido a los vehículos de motor", insiste este epidemiólogo. El ruido actúa sobre el eje hipotalámico pituitario adrenal, el encargado de controlar el vertido en sangre de adrenalina, noradrenalina, cortisol, glucosa y serotonina, entre otros. La SEE es "un estresor de primer orden", que produce estrés oxidativo e inflamación celular sistémica.

El tráfico rodado

Los epidemiólogos recuerdan que el 80% del ruido de una gran ciudad proviene del tráfico rodado, por lo que insisten en que es urgente abordar el ruido del transporte por carretera. Un ejemplo: según un artículo publicado este año en 'Environmental Research' citado por la SEE, el ruido del tráfico estaría detrás de 6.000 ingresos hospitalarios urgentes al año en la Comunidad de Madrid. En este sentido, el 5,5% de los ingresos urgentes a corto plazo por enfermedades relacionadas con la salud mental están vinculados al ruido.

Dada la gravedad de esta problemática, la SEE hace un llamamiento para tomar medidas que contribuyan a disminuir el impacto de la contaminación acústica, como limitar el tráfico en las ciudades, utilizar pavimentos no ruidosos o alejar el tráfico de hospitales, centros de enseñanza y residencias de ancianos. Además, es partidaria de potenciar el uso del transporte público sacando los coches de las ciudades, ya que el número de vehículos se relaciona directamente con los ingresos hospitalarios urgentes.