SALUD

¿Es hora de olvidarnos de la mascarilla?

El director del Centro de Alertas, Fernando Simón, cree que la imposición de llevarla en farmacias "se terminará pronto" aunque hay división de opiniones sobre lo que hacer entre los expertos

Usuarios con mascarilla en el interior de una farmacia de Castellón.

Usuarios con mascarilla en el interior de una farmacia de Castellón. / DAVID GARCIA FERNANDEZ

Victoria Salinas

Febrero fue el mes. La mascarilla dejaba de ser obligatoria en el transporte público (aunque se estaba en niveles altos de infecciones respiratorias como la gripe) y solo se restringía el cubrebocas a ciertos espacios, los más "peligrosos" para las personas vulnerables en situación de pandemia de covid-19: hospitales, centros de salud y centros sanitarios diversos como clínicas de todo tipo, incluso de fisioterapia, y en farmacias.

La normalidad ha crecido desde entonces a ritmos agigantados sin que el coronavirus haya dado motivos de preocupación y, a fuerza de no usar la mascarilla hay quien olvida que aún hace falta llevarla en estos espacios y se plantea si ha llegado el momento de retirarla del todo. El debate está, pues, en la calle pero también ha llegado ya a los espacios donde se debe de tomar la decisión. De hecho, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, dejaba ver la semana pasada que algo se estaba moviendo al asegurar que la imposición, por ejemplo para entrar a las farmacias "se terminará pronto" aunque no estaba tan claro que los tiempos fueran a ser los mismos para su retirada en otros espacios.

"Ya no discuto pero el 90 % de los que vienen a la farmacia, vienen sin mascarilla", asegura un farmacéutico de València

Farmacéuticos consultados por este diario apuestan por levantar la imposición para estos espacios (aunque desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos estiman que en las boticas había que mantenerse todavía "en alerta") porque la batalla por asegurar que se cumpla la norma es "diaria". "Yo ya no discuto porque el 90 % de los que me llegan, no la llevan. Si entra alguien sin mascarilla y no hay nadie, le atiendo pero si hay gente mayor dentro, les ruego que esperen", explica a este diario un farmacéutico de València que cree que la medida es "obsoleta". En otras boticas, pasa lo mismo. "Se le olvida a mucha gente y cuando entran a comprarla es porque van al centro de salud porque allí no les dejan entrar sin ella. Aquí al final les dejamos entrar pero sí, cada día son menos los que se acuerdan", aseguran.

División de opiniones entre los expertos

Pero, ¿qué dicen los expertos? En esto, como en el resto de debates que se han tenido sobre cada aspecto de la normativa covid, tampoco hay unanimidad. "Yo puedo responder con mi opinión personal porque hay diferencias en la entidad", asegura el presidente de la sociedad valenciana de Medicina Preventiva y Salud Pública, Juan Navarro. Él se manifiesta "completamente a favor" de empezar a retirarla ya de algunos espacios "si no hay un riesgo de que se reactive la pandemia" y justo ahora, "mejor que se está comportando la covid, no se puede comportar" incluso después de haber pasado puntos que se veían como críticos como Semana Santa.

Para él sería el momento volver a una situación prepandemia (donde ya se utilizaba en ciertos espacios) pero añadiendo algunos otros como "las zonas donde haya pacientes covid, por ejemplo en consultas de hospital de día u hospitalización; en las salas de urgencias de hospitales o extrahospitalarias; en las consultas de triaje o cribado al llegar porque nunca sabes con qué viene el enfermo y en sitios de grandes inmunodeprimidos, o sea donde haya personas trasplantadas", resume el especialista. Donde Navarro la quitaría ya sería en espacios como las farmacias y en zonas comunes de pasillos de hospital o consultas programadas.

Quien tenga síntomas, se la tiene que poner

Eso sí, el experto en Salud Pública cree que para que todo siguiera bajo control sería necesario esa "responsabilidad individual" que se ha ido pidiendo a la sociedad conforme se han ido relajando medidas. "Cualquier persona con síntomas respiratorios se la tiene que poner, con eso podemos hacer cosas y no somos peligrosos, eso es algo que hemos ganados de aprendizaje de la pandemia", añade Navarro.

El también experto en Salud Pública e investigador en Fisabio, Salvador Peiró sigue la estela de Navarro. "Yo estaría también por retirarlas pero desde luego las personas con síntomas deberían de llevarlas y en los centros de salud y cuando se entrara en contacto con personas vulnerables", explicaba. Eso sí, Peiró entiende que es necesario ese compromiso individual. "La mayoría de la gente es responsable pero hay un problema de comunicación. Yo apuesto por menos prohibición pero más formación", añadía.

Un plan B para dar marcha atrás

Frente a ellos, la opinión de Ildefonso Hernández, catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad Miguel Hernández (UMH) que está en el lado de esperar un poco más. "De momento la mantendría", asegura pero aprovechando ese tiempo extra para preparar "una hoja de ruta sobre cuándo hacerlo y sobre todo qué indicadores vamos a tener para monitorizar lo que ocurra y qué ruta tomar si vemos que repunta (la pandemia) o tiene consecuencias sobre los más vulnerables", explica.

Porque, el catedrático recuerda que ahora se entra en un momento "propicio" para la retirada al ir de cara a verano pero "no sabemos el impacto cuando haya alta circulación" del coronavirus en otoño, por ejemplo. Con todo, él apuesta por una retirada parcial manteniéndola en aquellos lugares de alta riesgo de transmisión de infecciones respiratorias y de alta concentración de personas vulnerables "y eso se sigue dando en centros de salud".

Cataluña pide quitarlas ya y Andalucía esperar

El Ministerio de Sanidad tendrá que ser quien tome la decisión pero escuchando a la ponencia de alertas, el órgano técnico del ministerio y comunidades que ha asesorado durante la pandemia. Y entre las distintas comunidades tampoco hay unanimidad. En Cataluña han pedido abiertamente quitarlas ya de farmacias y residencias pero dejarlas en ciertas zonas de hospitales y en Cantabria también se apuesta por ello. En Andalucía, por contra, creen que no es el momento. En otras regiones se remiten a lo que digan los técnicos.