HOSTELERÍA

Se desvela el funcionamiento del negocio de las reseñas falsas de restaurantes

Existe una red que "trafica" con comentarios positivos o negativos de los negocios por los que cobra una cantidad de dinero

Una camarera mientras trabaja en un establecimiento de hostelería

Una camarera mientras trabaja en un establecimiento de hostelería / PIXABAY

La opinión de los demás importa cada vez más en el sector de la hostelería. Los bares y restaurantes libran diariamente una afrenta para conseguir satisfacer a una clientela exigente que ha encontrado en plataformas como Google Maps, TripAdvisor el altavoz para halagar o criticar los platos engullidos.

Esta alternativa de poder valorar positiva o negativamente a través de un perfil, anónimo en muchos casos, el servicio y la comida de un restaurante tiene una influencia directa en la trayectoria del negocio. El desconocimiento de dónde comer o cenar el fin de semana provoca que muchas personas recurran a Internet para elegir correctamente.

Por lo tanto, los propietarios y trabajadores de restaurantes y bares se esfuerzan al máximo para conseguir las mejores opiniones online de sus clientes ya que tener cinco estrellas en Google Maps atrae muchos más comensales que tener solamente tres de valoración. Cuando reciben una mala crítica, algunos propietarios deciden interactuar con el usuario para intentar justificar el mal servicio o pedir perdón por el mal servicio.

Las valoraciones online han abierto también la puerta de un nuevo negocio con personas especializándose en escribir buenas o malas opiniones por un precio.

El modus operandi de esta red de reseñas ha sido desvelado por Hablando Claro. El programa de RTVE ha conseguido entrevistar a un hombre que ejerce de intermediario entre varios negocios de hostelería a los que cobra una cantidad de dinero por valorar la comida en Google Maps. "Te doy un enlace y un texto, tú entras, pegas el texto que quieres y publicas cinco estrellas", afirma que cobra 25 céntimos por cada opinión que se publica bien. Además, recibe de los hosteleros 2,5 euros por reseña.

El periodista intentó indagar más en el asunto simulando ser el propietario de un restaurante. "Solamente tendría que leerme el menú, decirme cuál es, enviarme el enlace de Google Maps y yo me encargo del resto", explica. Además, el "opinador" describió su trabajo diario. "Mi trabajo es leer, inventarme los textos para que queden decentes".

Por último, el "traficante" de valoraciones se encuentra ahora mismo trabajando para un restaurante que le pidió 200 reseñas. Aunque habitualmente escribe opiniones positivas, también abre la puerta a críticas negativas inventadas. "Si me pagáis, yo lo hago. Pongo lo que queráis, donde me digáis y las que me digáis".

¿Es legal?

El programa de RTVE también contactó con un experto en marketing para dar su versión acerca de este tipo de negocios en auge, que pueden hacer crecer a tu restaurante o hundirlo en la miseria. "Es una práctica más que habitual, todo lo que queramos hacer se puede hacer ya sea políticamente correcto o incorrecto”, avisa José Noblejas que explicó su legalidad. "No es ilegal, otra cosa es que sea éticamente incorrecto porque estás jugando con el pan del propietario", concluye.