Pandemia

Europa recomienda vacunas monovalentes del covid adaptadas a la variante dominante XBB para este invierno

Las vacunas contra el covid autorizadas en la UE incluyen las siguientes cepas: bivalente Wuhan y Omicron BA.1, bivalente Wuhan y Omicron BA.4/5, monovalente Wuhan, monovalente Beta (B.1.351) y bivalente Beta (B.1.351) y Alfa (B.1.1.7)

Una persona recibe la vacuna de Johnson and Johnson covid-19 en Washington DC, en una fotografía de archivo.

Una persona recibe la vacuna de Johnson and Johnson covid-19 en Washington DC, en una fotografía de archivo. / EFE

Silvia Martínez

El covid19 ha dejado de ser una emergencia de salud pública internacional. Sin embargo, tanto la Agencia Europea del Medicamento (EMA) como el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) consideran vital mantener “la guardia en alto” ante la aparición de nuevas variantes del virus. De cara al próximo invierno, ambos organismos recomiendan el uso de vacunas monovalentes, que incluyan la variante dominante XBB, en la campaña de vacunación que deberá dar prioridad a los adultos mayores, personas inmunodeprimidas, personas con afecciones médicas subyacentes independientemente de la edad, mujeres embarazadas y personal sanitario.

“Este virus todavía circula y hay nuevas variantes que están emergiendo así que el virus es y seguirá siendo una amenaza, especialmente para los más vulnerables”, ha recordado el responsable de la estrategia de vacunas de la EMA, Marco Cavaleri, durante la última rueda de prensa regular que organiza el organismo.

Un desafío que persiste

Cavaleri, que ha acompañado en la presentación a la directora de la EMA, Emer Cooke, ha avisado de que el covid19 sigue suponiendo un desafío para los sistemas sanitarios europeos, particularmente durante el invierno, cuando circulan otros virus respiratorios como el de la gripe, y ha pedido a las autoridades públicas que se mantengan vigilantes, con “la guardia en alto”, y a los ciudadanos, que confíen en las vacunas porque “siguen siendo la mejor opción” frente al virus.

"Han logrado salvar casi 20 millones de vidas durante el primer año de pandemia”, ha recordado Cooke, que ha hecho hincapié en las 8 vacunas contra el covid y los 8 tratamientos aprobadas durante la pandemia. 

Protección que disminuye

Las vacunas contra el covid autorizadas en la UE incluyen las siguientes cepas: bivalente Wuhan y Omicron BA.1, bivalente Wuhan y Omicron BA.4/5, monovalente Wuhan, monovalente Beta (B.1.351) y bivalente Beta (B.1.351) y Alfa (B.1.1.7). Según el diagnóstico de ambos organismos, los datos de eficacia disponibles muestran que todas ellas, incluidas las basadas en el virus original, siguen proporcionando protección contra la enfermedad grave. Sin embargo, esta disminuye a medida que el virus muta a variantes inmunológicamente distantes de las cepas incluidas en las vacunas.

Y eso es lo que está ocurriendo actualmente, que el virus “parece evolucionar, divergiendo del original”. Concretamente, según los datos de vigilancia y secuenciación, los linajes descendientes de la XBB.1 son los que predominan actualmente en todo el mundo (es decir, XBB.1.5, XBB.1.16, XBB.1.9), incluidos los Veintisiete Estados miembros, lo que significa que es necesario actualizar la composición de la vacuna para hacerla más eficaz el próximo invierno, tal como se acordó con los reguladores estadounidenses el pasado 8 de mayo. 

Adaptación

La EMA, según ha confirmado Cavaleri, trabaja ya con la industria farmacéutica para preparar el terreno. Varios laboratorios, los que elaboran vacunas basadas en ARNm y Novavax, han mostrado interés por una adaptación de sus tratamientos. La aprobación podrá basarse únicamente en datos de fabricación/calidad y no clínicos, siempre que la plataforma de la vacuna pueda demostrar la previsibilidad de la inmunogenicidad y la reactogenicidad clínicas.

“La inclusión de una cepa perteneciente a la familia XBB de subvariantes de ómicron es adecuada para garantizar la reactividad cruzada contra las cepas dominantes y emergentes actuales, y XBB.1.5 se considera una elección razonable para aumentar la amplitud de la inmunidad también contra los linajes descendientes de XBB”, recomiendan los expertos, que no descartan considerar en la composición otras cepas XBB (como XBB.1.16) siempre que se justifique adecuadamente, así como otras “composiciones alternativas”. 

Menores de 5 años

La EMA comparte que las vacunas monovalentes podrían utilizarse para la revacunación el próximo invierno y también para la vacunación primaria de niños menores de 5 años, que tienen más probabilidades de no estar infectados por el virus y de no haber sido vacunados nunca. “Este límite de edad se basa de forma conservadora en datos epidemiológicos que indican que los niños mayores de 5 años han estado expuestos en gran medida al SRAS-CoV-2, ya sea por infección, vacunación o ambas, y por tanto ya han generado una respuesta inmunitaria específica” al virus.

“Para individuos mayores de 5 años, cuando la vacunación esté recomendada según las directrices nacionales, está indicada una dosis única de la vacuna recientemente adaptada. Para niños menores de 5 años, sin antecedentes de vacunación o infección previa por SRAS-CoV-2, se recomienda una serie primaria compuesta por 2 o 3 dosis en función de la vacuna específica que se vaya a administrar. Se prevé que el uso en la población pediátrica siga las directrices nacionales”, apunta la agencia. En el caso de las personas con inmunidad comprometida, en cambio, podrían ser necesarias dosis adicionales. “El número de dosis y los intervalos deben adaptarse a cada paciente en función de la gravedad de la afección y de acuerdo con las recomendaciones nacionales”, ha explicado la agencia. 

Pauta de vacunación

En cuanto al periodo entre vacunas, la revacunación será posible en intervalos de 3 meses respecto a la dosis anterior, en función de la epidemiología y de la población destinataria. En las campañas de vacunación, no obstante, pueden considerarse intervalos más largos, de al menos 4 meses, basándose en pruebas reales de un alto nivel de protección contra la enfermedad grave que se mantiene durante al menos 4 meses tras la revacunación.

En cuanto a los grupos a priorizar, la EMA recomienda inocular primero a las personas que corren el riesgo de progresar a una enfermedad grave una vez infectadas debido a factores de riesgo, como los adultos mayores (mayores de 60 años), las personas inmunodeprimidas, las que tienen afecciones médicas subyacentes independientemente de la edad y las mujeres embarazadas. Además, el personal sanitario también debería ser considerado por las autoridades de salud pública como una prioridad.