HOSTELERÍA

El zasca de un restaurante ante las quejas de un cliente: "Te comes el pollo de Mercadona en otro lugar"

El cliente dejó una valoración negativa en Internet

El mundo de la hostelería es realmente complicado y los que trabajan en él han tenido que lidiar con miles de situaciones un tanto desagradables. Los clientes, a veces, no son demasiado considerados con los camareros y dueños de bares y restaurantes, y llegan incluso a faltarles al respeto.

Además, cada local tiene sus propias reglas que se deben cumplir, como en cualquier tipo de empresa, trabajo o negocio. Muchas veces se nos olvida que los camareros son meros empleados que cumplen con las normas que les imponen sus jefes y que de no cumplirlas, serán despedidos o, al menos, recibirán una reprimenda.

Cuando no se nos permite juntar varias mesas, cuando no se nos permite pagar por separado, cuando no sirven más comida o bebida a partir de cierta hora, no es por gusto de los camareros, sino que seguramente están cumpliendo con las normas que sus jefes les han impuesto.

Si no es un camarero el que atiende a los clientes y lo hace el propio dueño del establecimiento, habrá que acatar del mismo modo sus normas porque para eso es su negocio, y merece el mismo respeto que cualquier otra persona en otro trabajo.

La queja del cliente

En este caso, un cliente dejaba una reseña negativa a un restaurante porque una de las camareras no le permitió comer un pollo asado que llevó al restaurante. El cliente reclamaba que había pedido una cerveza "grande y fría" y que por tanto ya estaba consumiendo, así que tenía derecho a sacar su propia comida.

Ante esta queja, la respuesta del responsable del local en redes no ha dejado indiferente a nadie, explicando de manera educada por qué esto no está permitido y dándole otras alternativas para su próxima visita al establecimiento.

La cuenta de Twitter "Soy Camarero" publicaba esta queja y la respuesta para ver la opinión de la gente, y la mayoría de los usuarios apoyaban a la trabajadora del restaurante.

En cualquier caso, lo que queda claro es que hemos de respetar y acatar las normas de los bares y restaurantes y ser respetuosos siempre con los trabajadores. Por supuesto, puede haber quejas, ya que errores se cometen en todos lados, pero siempre de una manera amable y educada.