Lo que comenzó como un conato de incendio en Arafo y Candelaria se ha convertido en un incendio nunca visto en Canarias. El fuego, que ya ha afectado a La Orotava, El Rosario, Santa Úrsula, La Victoria y los dos municipios mencionados, avanza con fiereza por el norte de Tenerife.

El cartel que se le cuelga al incendio se debe a la convección que ha generado en las más de 30 horas de actividad que acumula el incendio, como explicó la física y meteoróloga Vicky Palma durante la reunión informativa.

Esto se debe a que "la columna del incendio ha estado entre los 3 y los 6 kilómetros de altitud, incluso por las noches, algo que no es habitual. Solo se inclina cuando llega a zonas altas, lo que ha provocado que se nuble el cielo de Santa Cruz o La Laguna".

La verdadera preocupación reside en la meteorología, ya que el incendio "está generando condiciones meteorológicas propias, lo que afecta a los lugares cercanos. La columna de humo está levantando partículas desde el suelo y estas están cayendo alrededor de la columna. Las pavesas más cercanas caen aún con fuego, lo que puede provocar pequeños conatos fuera del incendio principal".