El desconocido problema del Verano Joven para las parejas

La plataforma solo permite comprar un billete al mismo tiempo por lo que sentarte junto a tu pareja depende directamente del azar o de la amabilidad del resto de pasajeros para cederte su asiento

Varias personas esperan en la Estación Delicias de Zaragoza a la llegada de algún autobús

Varias personas esperan en la Estación Delicias de Zaragoza a la llegada de algún autobús / ÁNGEL DE CASTRO

Los jóvenes españoles vuelven a estar este verano de enhorabuena gracias a la popular iniciativa del Ministerio de Transportes que ha vuelto a impulsar del 1 de julio al 30 de septiembre el Verano Joven. Tras inscribirse en un portal y su posterior comprobación por parte de las autoridades, los jóvenes entre 18 y 30 años pueden disfrutar de grandes descuentos para viajar en tren y autobuses por toda España.

Y es que la promoción alcanza el 90% de los servicios de bus regular de competencia estatal mientras que llega al 50% en los billetes de alta velocidad y larga distancia. Además, también te puedes beneficiar de un 50% en el Interrail, una alternativa que agrada a muchos jóvenes que quieren dar la vuelta a Europa por poco dinero. Sin embargo, detrás del popular programa hay algún que otro problema que afecta directamente a las parejas.

Estación de autobuses de la terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas. Una pareja joven vuelve de sus vacaciones y tiene un billete de regreso a Zaragoza casi a medianoche. Ambos han aprovechado el descuento del 90% del Verano Joven para que su asiento no les cueste ni dos euros, pero hay un problema que el conductor soluciona amablemente aprovechando la rara coincidencia que el autobús no va completo.

Como es normal, la pareja quiere ir sentada juntos en la misma fila de asientos porque el viaje, que roza las 4 horas según los datos de Alsa. será mucho más ameno. Sin embargo, la plataforma únicamente permite comprar un viaje al mismo tiempo aplicando el descuento del Verano Joven por lo que cada uno debe adquirir su billete por separado. Esto lo que provoca es que el número de asiento, si no pagas un extra, sea completamente aleatorio teniendo en cuenta los lugares libres que quedan en el autobús.

La segunda persona que compra su billete tendrá que conformarse con que la suerte le empareje con su pareja o tener que pedir el favor a otro pasajero de si quiere amablemente cambiarle el sitio asignado. La otra opción es pagar un extra para sentarte al lado de tu pareja, tal como hacen algunas compañías de avión, siempre que ese asiento no esté ocupado. Cabe recordar que en otros casos se pueden comprar dos o más billetes juntos en el mismo autobús.

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