Temporal

El colapso se extiende en Málaga por una segunda DANA más virulenta

Las lluvias rozaron los 150 litros por metro cuadrado en 12 horas en algunos puntos y afectaron al transporte y los servicios sanitarios

Los desbordamientos en Benamargosa y Almogía, la peor parte

El arroyo Toquero completamente desbordado su paso por Málaga capital

Sara Fernández

Ana I. Montañez

Con una diferencia de tan solo 15 días, el paso de una segunda DANA, mucho más virulenta, azotó ayer a la provincia de Málaga con lluvias torrenciales que paralizaron tanto a la capital como a otros municipios, en especial del Valle del Guadalhorce y la Axarquía, donde se llegaron a desbordar cauces como el de Benamargosa o el arroyo León en Almogía.

Los avisos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) se mantuvieron activos desde la madrugada, primero con una alerta naranja que se prolongó desde las tres de la madrugada hasta las 10 de la mañana y, a partir de ahí, elevándose a alerta roja, esto es, riesgo extremo por las fuertes precipitaciones. De hecho, la virulencia de esta tormenta propició que se activase por primera vez en Málaga el sistema de alertas en los teléfonos móviles de Protección Civil, Es-Alert, un aviso que se extendió por toda la provincia y que puso en guardia a la población.

El agua entra en los autobuses urbanos de Málaga

L. O.

Tras una noche tranquila, sin incidencias pese a la activación de la alerta naranja, el miércoles arrancó en la capital con un trasiego contenido y tráfico diluido, debido a que la Junta de Andalucía y la Universidad de Málaga decidieron suspender la actividad lectiva. Tampoco estuvieron operativos los centros de ITV y gran parte de las empresas optaron por el teletrabajo.

No obstante, con la alerta roja ya activa, un volumen importante del pequeño comercio y de las grandes superficies abrió al público, mayoritariamente para preparar el local para las lluvias y dar salida a la mercancía, incluyendo fruterías, panaderías, locutorios, algunas cafeterías, supermercados e incluso salas de juego, además de continuar con la actividad de algunas obras, empresas de reparto y la propia instalación del alumbrado de Navidad en la calle Larios.

"He venido porque no he visto tanto peligro como se ha dicho y también para echar un vistazo al negocio por si veía que llovía, dejarlo preparado, subir cosas arriba e irme a mi casa", contaba a La Opinión de Málaga Benito de Mateo, propietario de un estanco en la calle Mármoles que, como el resto de negocios, acabó cerrando en cuanto empezó a arreciar la lluvia. Una decisión, la de abrir o no, que recayó sobre los propios propietarios al no existir directrices concretas ni un protocolo determinado por parte de las administraciones públicas.

La sensación de "confinamiento" se acentuó en el Centro de Málaga, donde prácticamente todas las franquicias cerraron y solo transitaban algunos turistas que aprovechaban para dar una vuelta por la ciudad, pese a que tanto los monumentos como los museos permanecían cerrados. "Sentimos inquietud desde anoche cuando recibimos el aviso en el móvil. Hay quien piensa que no va a pasar nada pero sabemos que dentro de un rato va a llover mucho", confesaban dos hermanas zaragozanas, Carmen y Pilar, que habían venido a pasar unos días en la capital de la Costa del Sol.

Recomendaciones ante lluvias y tormentas de Protección Civil

  • Si va conduciendo, disminuya la velocidad, extreme las precauciones y no se detenga en zonas donde pueda discurrir gran cantidad de agua.
  • Si tiene que viajar, procure circular preferentemente por carreteras principales y autopistas.
  • En caso de tormentas súbitas y lluvias intensas, se debe tener en cuenta el lugar donde se aparcan los vehículos. El rápido ascenso del nivel de las aguas puede dañar los vehículos aparcados sobre zonas inundables y, además, arrastrarlos, provocando daños a bienes ajenos e incluso obstaculizar el flujo natural de la corriente.
  • Si comienza a llover de manera torrencial, piense que existe riesgo de inundación. No atraviese con su vehículo ni a pie, los tramos inundados, porque desconoce lo que puede haber debajo del agua y localice los puntos más altos de la zona. No intente salvar su automóvil en medio de una inundación.
  • Si se encuentra en el campo, hay que alejarse de los ríos, torrentes y zonas bajas de laderas y colinas, evitando atravesar vados inundados. Igualmente, debe dirigirse a los puntos más altos de la zona.
  • Si la tormenta le sorprende en el campo, evite correr y permanecer en lugares elevados, como los altos de las colinas, crestas o divisorias. No se refugie bajo los árboles y aléjese de alambradas y objetos metálicos.

Según Aehcos, la tormenta provocó "salidas anticipadas" de los turistas para evitar las lluvias y se aplazaron reservas, mientras que los hoteles se mantuvieron con servicios mínimos.

Llegó la lluvia

En torno a una hora después de la activación de la alerta roja, aparecieron las precipitaciones torrenciales, que se mantuvieron constantes hasta las cinco de la tarde, rozando los 150 litros por metro cuadrado en 12 horas en algunos puntos de la provincia.

Progresivamente, la fuerza y la constancia de las precipitaciones empezaron a provocar inundaciones, registrando el Servicio de Emergencias 112 Andalucía más de 757 incidencias, la mayoría en la capital, por anegaciones de viviendas, comercios, patios, sótanos y garajes. Eso sí, afortunadamente no se registraron pérdidas personales.

Hasta las seis de la tarde, los bomberos del Consorcio Provincial de Bomberos (CPB) de la Diputación de Málaga realizaron una treintena de intervenciones, entre ellos, un rescate leve a un padre y una hija que trataban de salir de su vehículo en arroyo Coche, entre Casabermeja y Almogía, además de saneamientos de cornisas, intervención en un accidente de tráfico en Ronda y labores de achique de agua.

Las lluvias afectaron de lleno a la red de transportes de Málaga a todos los niveles, con la suspensión del servicio de la EMT, también la recogida de basura de Limasam, los autobuses interurbanos, además del transporte ferroviario, que quedó totalmente anulado en la provincia. Desde las 13.30 se suspendieron el AVE Madrid-Málaga, el Cercanías, los Media Distancia Málaga-Sevilla y el Avant-Málaga Córdoba. Hubo que desalojar la Estación María Zambrano y se desactivó también el servicio de metro.

En la misma línea, la DANA impactó de lleno en el aeropuerto de Málaga, con inundaciones en la Terminal 2, 15 vuelos cancelados y cinco desviados por la incidencia de la tormenta, según datos de Aena. Para acoger a los viajeros que llegaron a Málaga en plena tormenta y sin servicios de transporte, la Diputación fletó autobuses con empresas privadas. Fue, asimismo, un día complicado para las carreteras, con cinco vías cortadas: la A-7027 entre Cómpeta y Torrox, la A-7059 en Cártama, la A-7054 y la A-7000, ambas en la capital, y la A-7205 en Arenas.

La peligrosidad de las precipitaciones también obligó a la Delegación de Salud a tomar decisiones poco habituales, como el cierre de todos los centros sanitarios de Málaga Guadalhorce, limitando la asistencia únicamente a los casos urgentes. El Hospital Clínico fue uno de los grandes afectados, con la inundación del laboratorio de Análisis Clínico y el aparcamiento. También el Hospital Regional tuvo que cerrar la cafetería del personal y cancelar las consultas programadas por la tarde, incluyendo la actividad del CARE, el Materno y el Civil.

Lo mismo hicieron el Hospital Costa del Sol y sus centros adscritos en Mijas y Estepona, y los centros de salud de Torrequebrada, Carihuela, Boliches, Mijas, Fuengirola Oeste, y Leganitos debido a la dificultad de los profesionales de desplazarse a los centros de trabajo, como le sucedió también al hospital de la Axarquía.

En el Centro Histórico de Málaga se generaron importantes balsas de agua e incluso reventó un colector de la calle Carretería, destrozando el pavimento y anegando los negocios de esta calle, que no ha cumplido aún un año desde el fin de las obras de semipeatonalización. Las lluvias provocaron graves inundaciones en la calle Victoria, así como las súbitas crecidas de los arroyos de la zona este, como Jaboneros y La Caleta.

Desbordamientos

Otro de los protagonistas fue el río Guadalmedina, que se desbordó a su paso por Casabermeja -sin grandes incidencias- y llegó muy crecido a su paso por la capital, en los últimos kilómetros antes de su desembocadura. "En Málaga ciudad tenemos una presa formidablemente segura y amplia", El Limonero, por lo que "el Guadalmedina no nos va a crear problema alguno", defendió el alcalde de Málaga, Francisco De la Torre.

Fuera de la capital, la peor parte se la llevaron los municipios de Benamargosa, en la Axarquía, con el desbordamiento del río, que superó su altura máxima histórica y provocó inundaciones en la localidad. "Las emergencias ya han mandado a las autoridades competentes para vigilar que nadie se meta en ningún peligro o salga a intentar guardar lo que pueda. Pero está todo el mundo muy informado", informó el alcalde de Benamargosa, Salvador Arcas, en una entrevista con Canal Sur recogida por Europa Press.

En Almogía, el desbordamiento del arroyo León anegó 40 casas de esta localidad del Valle del Guadalhorce, que aún se estaba recuperando de los estragos de la tormenta que descargó con fiereza en esta localidad hace un par de semanas, en especial, en el Barranco del Sol. "Toda la reparación que estábamos haciendo, todo se ha destrozado", lamentó la alcaldesa, Antonia García en declaraciones a Europa Press. En Coín, se produjo un desalojo por riesgo de derrumbe de la vivienda.

Otro de los ríos que más se vigilaron de cerca fue el Campanillas, ya que las previsiones de lluvia y la crecida del cauce obligaron al desalojo de los vecinos de las zonas de ribera, de los que los que lo necesitaron fueron trasladados al pabellón del Tiro Pichón -posteriormente reubicadas por el Ayuntamiento de Málaga en hoteles-, tal y como se hizo la noche de antes con más de 3.000 vecinos de zonas inundables por el río Guadalhorce. En total, hay ya 4.210 vecinos desplazados.

En la Costa, la jornada dejó también fenómenos marítimos, como la manga de mar que recorrió la playa El Cable de Marbella o el tornado de Mijas, que derribó la estructura externa de una gasolinera en la zona de la Noria. El desbordamiento del arroyo Carniceros generó momentos de tensión en el Club Hípico Málaga, ya que se tuvo que rescatar a 39 perros y 31 caballos que habían quedado atrapados en las cuadras, finalmente, con éxito. Asimismo, el desbordamiento del río Vélez obligó a desalojar dos campings y un núcleo chabolista.

La Aemet amplió la alerta roja -que acababa a las doce de la noche- hasta las ocho de la mañana de este jueves. Se prevé que las precipitaciones puedan alcanzar los 120 litros por metro cuadrado en 12 horas, hasta 200 litros en algunos puntos, por lo que la necesidad de precaución sigue siendo máxima.

"El día ha sido muy difícil e intenso y la situación sigue siendo de riesgo extremo", advirtió el consejero de Presidencia, Antonio Sanz.

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