Catástrofe en Valencia

Vivir a oscuras en la zona cero de la DANA

Algunas zonas de Paiporta y Catarroja siguen sin luz en las calles, lo que se nota una vez que anochece, con vías totalmente a oscuras

Las luces de una vivienda iluminan una calle de Paiporta sin luz.

Las luces de una vivienda iluminan una calle de Paiporta sin luz. / J. M. López

Violeta Peraita

Paiporta

Todavía queda mucho para que los pueblos afectados puedan volver a ser los que eran. La imagen de día todavía impresiona, a pesar de que las calles están despejadas de enseres y coches amontonados, pero de noche, el escenario recuerda a un pueblo roto, a un pueblo destruido, a un pueblo en guerra. 

Muchos municipios han reparado el alumbrado público que quedó dañado a excepciones ciertos puntos ciegos, pero en Paiporta y Catarroja la oscuridad se hace total cuando anochece en algunas zonas del municipio

Caminar por el núcleo urbano de Paiporta de noche requiere de linterna. Los vecinos y vecinas la llevan siemrpe encima si van a estar fuera más allá de las siete de la tarde, cuando atardece. El primer pleno fue testigo de esta nueva costumbre cuando al saltar los plomos, la ciudadanía presente encendió sus focos y linternas para poder ver el poco tiempo que duró el apagón. “Las llevamos siempre por si acaso, es nuestro pan de cada día desde hace un mes”, comentaban las vecinas. 

El salón de plenos de Paiporta completamente a oscuras tras saltar los plomos.

El salón de plenos de Paiporta completamente a oscuras tras saltar los plomos. / Germán Caballero

Con todo, salir sola da sensación de inseguridad. Una camina de noche por unas calles desiertas, sin actividad (el comercio local ha quedado atomizado por completo) y tiene el cuerpo en alerta. Si bien las grandes avenidas están en su mayoría ya iluminadas y con el sistema reparado, las calles más antiguas y las vías que se cruzan con la principal son un agujero negro. No hay sonidos, no hay luz, ni gente. Eso, sumado a que el suelo es todavía resbaladizo en las pocas zonas que mantienen lodo, sobre todo en las carreteras de la periferia y que no ves lo que pisas, suma un riesgo de accidentes. Hay que tener el cuerpo en alerta, pero la población afectada lleva tensa desde que vivió el mayor susto de su vida. Algunos lo contaron, otros no. “Llevamos un mes así, es imposible volver a la normalidad si no tenemos reparados sistemas de luz, algo básico en las calles”, decía María José, una vecina con tres hijos pequeños que vive en una vía donde las farolas volvieron a iluminarse esta semana.  Las avenidas tienen algo de luz, pero las zonas que no cuentan con focos en línea parecen incluso más oscuras por el contraste de una zona y otra. Y la noche se vuelve todavía más profunda, más silenciosa, más muda.

Una mujer ilumina su paso con una linterna en Paiporta.

Una mujer ilumina su paso con una linterna en Paiporta. / EFE

"Parece una guerra pero sin bombas"

En Catarroja la situación ha mejorado bastante pero a día de hoy, todavía hay problemas de suministro eléctrico en la avenida Rambleta y la plaza de la Región, dos puntos que al anochecer, se quedan totalmente a oscuras.

Si bien Picanya, Benetússer, Sedaví, Albal o Beniparrell ya tienen todo el pueblo (a falta de excepciones) con el alumbrado reestablecido, en Alfafar falta arreglar el sistema de la calle Ramón y Cajal y la calle Maestro Serrano. "Son las dos calles sin alumbrado público pero ya se está trabajando para solucionar los problemas que hay", explican desde el consistorio.

El suministro funciona, pero algunas instalaciones no

Iberdrola dice que la red de distribución está en pleno rendimiento, pero las instalaciones particulares están dañadas y se han de reparar. Las instalaciones particulares son también los sistemas de alumbrado de los ayuntamientos y depende de en qué situación se encuentre cada localidad, la luz vuelve antes o después. Eso explica, también, que haya casas pegadas en las que unas tenían luz y otras no.

Desde un primer momento la compañía distribuidora de Iberdrola movilizó entre personal propio y de empresas contratistas, a aproximadamente 500 personas tanto de la Comunidad Valenciana como de otras comunidades del resto de España para proceder a la reposición del suministro eléctrico en un primer momento y a la reparación de las instalaciones afectadas, tal como comentan desde la entidad.

 La movilización de los recursos de los que tuvo a disposición permitió recuperar aproximadamente 90 % del suministro eléctrico afectado en apenas 48 horas y en poco más de 72 ya estaba prácticamente todo repuesto.

Respecto a clientes que están todavía sin electricidad a pesar de estar restablecido el suministro en su zona, cabe destacar que puede que la incidencia tenga origen en la instalación particular, o comunitaria en caso de que sea un bloque de viviendas, por lo que deberán contactar con algún instalador eléctrico autorizado. Esto también afecta al alumbrado público, que depende de los ayuntamientos.

Convenio para restablecer el sistema dañado

Desde la compañía ya se ha contactado con las diferentes administraciones correspondientes y con asociaciones de instaladores, que ya se han puesto en marcha para ayudar en la medida de lo posible en la coordinación de los trabajos de reposición de servicio a clientes particulares a través de un convenio de colaboración entre Iberdrola, la Generalitat y la asociación de instaladores.

TEMAS

  • Luz
  • DANA
  • Valencia
  • Temporal
Tracking Pixel Contents