Nuevo estudio

La ciencia asegura que las mujeres solteras son más felices que los hombres: el sexo, la autonomía o la liberación de cargas lo explican

Los hombres heterosexuales suelen preferir estar casados, especialmente los más jóvenes

Samantha Jones

Samantha Jones

Madrid

El estereotipo de solterona como el de una persona "no realizada", a la que solo quieren sus gatos, se ha quedado bastante antiguo. De hecho, las mujeres solteras son más felices que los hombres con el mismo estado civil. Es una afirmación que vienen haciendo varios trabajos y que ahora refuerza un nuevo estudio de Psicología de la Universidad de Toronto. Según los investigadores, los resultados sugieren que los varones pueden tener más que ganar que ellas en las relaciones románticas heteronormativas.

La autora principal, Elaine Hola, explicaba en un comunicado que se trata del primer estudio exhaustivo sobre cómo las diferencias de género están relacionadas con el bienestar en la soltería. "A partir de aquí, podemos empezar a entender por qué a las mujeres solteras les va mejor que a los hombres solteros, y cómo cada uno puede equilibrar estos elementos para construir su mejor vida", añade.

Para el estudio, los autores examinaron cuatro indicadores de bienestar de casi 6000 adultos: el grado de satisfacción con su estado civil actual, con su vida, la satisfacción sexual y el deseo de tener una relación. Por las limitaciones del tamaño de la muestra con personas no binarias, el trabajo centró en personas que se identificaban como hombres o mujeres.

En general, los investigadores descubrieron que las mujeres están más contentas con su soltería, con la calidad de sus vidas, en general, y su vida sexual, en particular, y desean menos tener una pareja. También les va mejor que a los hombres cuando viajan solas.

Dificultad para adaptarse a las expectativas

Hoan dice que los resultados se basan en investigaciones existentes que muestran que los hombres temen a la soltería más que las mujeres, y que tienen dificultades para adaptarse a las expectativas de la masculinidad tradicional.

"Existe la idea de que para ser un verdadero hombre, uno debe ser del tipo que consigue chicases un signo de estatus. Pero en las primeras etapas de las citas, los hombres suelen tener más dificultades para conseguir una pareja y, por lo tanto, para acceder al sexo", señala. Esto, explican, se relaciona con el hecho de que las mujeres solteras se sienten más realizadas sexualmente que los hombres solteros, "quizás también porque pueden tener más libertad sexual y pueden centrarse en su propio placer en lugar de priorizar el de su pareja masculina".

También descubrieron que los hombres solteros mayores son más felices que los hombres solteros más jóvenes, lo que coincide con otras investigaciones que muestran que las personas tienden a ser más felices con su soltería a largo plazo una vez han cumplido los 40 años.

Hoan añade que el estudio sirve como punto de partida para contextualizar a los incels (extremistas que resienten a las mujeres por su soltería) dentro de la población más amplia de hombres solteros. Si bien estas personas suelen estudiarse como una subcultura misógina aislada, "la infelicidad general en los hombres solteros puede llevar a algunos a separarse y unirse a este grupo", indican.

¿Por qué hay estas diferencias de género?

Aunque el artículo no proporciona evidencia directa de por qué la soltería es una mejor experiencia para las mujeres en comparación con las relaciones románticas, señala posibles razones dadas en otros trabajos. Por ejemplo, que en las estructuras de relaciones heteronormativas, ellas suelen asumir más de lo que les corresponde en cuanto a trabajo doméstico y emocional.

"En muchas culturas, las mujeres casadas enfrentan una mayor carga de trabajo emocional, doméstico y de cuidado, incluso cuando trabajan fuera de casa. Esta sobrecarga puede disminuir su satisfacción general, especialmente si las expectativas sociales y las dinámicas de género no son equitativas", indica Elena Dapra, psicóloga que no ha participado en el trabajo. Y "su placer sexual tiende a ser menospreciado y potencialmente reducido como resultado de la división injusta del trabajo", añade Hoan.

Además, indica Dapra, "las mujeres solteras tienen más control sobre su tiempo, decisiones y recursos. No tienen que ajustar sus elecciones personales a las necesidades de una pareja o familia, lo que puede traducirse en una mayor sensación de autonomía".

Asimismo, las solteras tienden a mantener redes sociales más fuertes y diversificadas, como amistades, actividades comunitarias o familiares, lo que puede contribuir a un mayor bienestar. "Por otro lado, algunas mujeres casadas tienden a depender más emocionalmente de sus parejas, lo que puede limitar sus conexiones sociales externas", indica.

El matrimonio deja de ser necesario

Otra cuestión que señala es que, a medida que las expectativas sobre la vida de las mujeres han cambiado, muchas sienten que no necesitan un matrimonio para validar su felicidad o estatus social, por lo que pueden priorizar sus metas personales, profesionales y de desarrollo propio. "Algunos estudios han señalado que los hombres tienden a beneficiarse más del matrimonio (por ejemplo, en salud emocional y física), mientras que las mujeres, especialmente si el matrimonio no es equitativo, pueden experimentar un efecto opuesto".

Y todas las fuentes de conflicto que pueden derivar del matrimonio, además de las expectativas insatisfechas y estrés de poder, eespecialmente si las dinámicas de poder o comunicación no son saludables, se quedan fuera de la ecuación.

Con todo, Hoan concluye recordando que "para las mujeres solteras, más que para nadie, las presiones sociales para buscar pareja pueden hacer que sea difícil para aquellas que no quieren necesariamente iniciar una relación pero sienten que deberían hacerlo". Presiones que suelen venir más de fuera que de lo que ellas mismas creen.

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