Esta semana está previsto que bajen consierablemente las temperaturas. Unas caídas de los temómetros por debajo de los 0º C con heladas durante la noche que harán que muchos vehículos amanezcan con una capa de hielo sobre el parabrisas que es necesario retirar para una conducción segura. No obstante, muchos conductores desconocen la forma adecuada de hacerlo sin dañar el cristal. Para ello, la Dirección General de Tráfico (DGT) ofrece unos consejos sencillos para eliminar el hielo que se forma en los parabrisas con la llegada del frío. Estos trucos sirven para ahorrar tiempo y esfuerzo, pero, también, posibles futuras averías. 

Antes de que llegue el frío

La prevención es siempre la mejor arma para evitar cualquier problema técnico inesperado en nuestro vehículo. Rellenar el depósito de líquido del limpiaparabrisas con un producto que contenga anticongelante (todos o casi todos los del mercado), en invierno resulta fundamental en invierno. El agua o agua con jabón se puede congelar, lo que a su vez puede afectar a la bomba eléctrica del sistema.

Cómo evitar que se forme hielo en el parabrisas

Existen muchos trucos caseros más o menos eficaces para evitar la formación de hielo en el parabrisas, como frotar el cristal con una patata pelada, rociarlo con una mezcla de agua y vinagre, etc. Lo más práctico, sencillo y limpio es cubrir la luna con un cartón o una manta (que será necesario sujetar con los brazos del limpiaparabrisas y las puertas delanteras). De este modo evitaremos la formación de hielo y también que las escobillas del limpiaparabrisas se queden pegadas al cristal. 

Eliminar el hielo de forma eficaz sin dañar el cristal

Si pese a tomar precauciones, amanecemos con el parabrisas de nuestro coche cubierto con una capa de hielo, la DGT recomienda realizar las siguientes acciones para quitarlo de forma efectiva:

  • Arrancar el motor, conectar la calefacción con el ventilador al máximo y dirigir el flujo del aire hacia el parabrisas. Nunca se debe esperar a que el motor adquiera temperatura antes de encender la calefacción, el cambio brusco de temperatura puede rajar el cristal.
  • Usar un producto descongelador: existen varios en el mercado específicos para ello, aunque es la solución más cara.
  • Rocíar el parabrisas con alcohol: El alcohol tiene un punto de congelación inferior al agua. Si la capa de hielo no es muy gruesa es una buena solución. En caso contrario, habrá que utilizar una rasqueta para eliminar el hielo. No se debe llenar el depósito de líquido del parabrisas con alcohol porque puede estropearlo.
  • Rascar el hielo que se ha adherido al cristal: Lo ideal es hacerlo con una rasqueta de plástico, pero en caso de no disponer de una, se puede utilizar la caja de un CD o cualquier tarjeta o carné de plástico (mejor si carece de valor). No se deben utilizar instrumentos metálicos ni de materiales que pueden rayar el cristal.
  • Accione el limpiaparabrisas: Utilizar el limpiaparabrisas y los dosificadores de líquido para dejar la luna perfectamente limpia después de haber eliminado el hielo, haber despegado las escobillas del cristal y siempre que el depósito del líquido contenga un producto anticongelante.
  • Retirar también el hielo de los faros: En coches con faros halógenos, basta con encender las luces durante un tiempo. No obstante, las nuevas tecnologías de iluminación o los halógenos con un diseño que separan mucho la parábola del cristal protector, hacen que sea necesario retirar el hielo a mano.

Lo que nunca debes hacer

Según la DGT, hay una serie de acciones que nunca se deben hacer para eliminar el hielo de parabrisas ya que pueden resultar totalmente contraproducentes. Son las siguientes:

  • Accionar los limpiaparabrisas y echar agua. El agua empeorará la situación. Es muy probable que las escobillas del limpiaparabrisas estén pegadas por el hielo, así que pueden estropearse y también el motor del limpiaparabrisas.
  • Echar agua caliente. El cambio brusco de temperatura puede romper el cristal.
  • Echar sal. La sal evita la congelación, pero no descongela. Además, puede arañar el cristal y corroe la chapa.