Terapia en la sanidad pública: "Si te ven cada dos o tres meses, es muy difícil seguir un tratamiento"

Acaba de celebrarse el Día Mundial de Lucha contra la Depresión. En España, hay cerca de tres millones de personas con la enfermedad. El tratamiento de elección para abordarla es el psicológico, pero solo una de cada diez personas con depresión tiene acceso a psicoterapia en la sanidad pública. Lo recuerda la Sociedad Española de Psicología Clínica (ANPIR) que, además, advierte, el consumo de psicofármacos está disparado. Ocasión para hablar con su presidente, Javier Prado Abril, sobre lo que se necesita, lo que se ve en consulta y lo que piden los profesionales.

Este viernes, el Ministerio de Sanidad ha publicado las instrucciones para las 32.212 personas que han sido admitidas para participar el sábado, 25 de enero, en las pruebas para acceder a una de las 11.943 plazas de Formación Sanitaria Especializada. El aumento, respecto al año anterior, es de un 2,9%, lo que, incide el departamento que encabeza Mónica García, supone que es el sexto año consecutivo con incremento de la cifra.

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Para 2025 se ofertan un total de 11.943 plazas. Serán 9.007 para la titulación de Medicina; 2.171 para Enfermería; 352 para Farmacia; 63 para Biología; 51 para Física; 25 para Química y 274 para Psicología. Todavía insuficientes. La Sociedad Española de Psicología Clínica estima que se necesita pasar de los actuales 7 especialistas en psicología clínica por 100.000 habitantes a los 12 por 100.000 habitantes. Para ello, recalcan, hay que llegar hasta las 481 plazas PIR (Psicólogo Interno Residente).

Doblar el número

Javier Prado Abril se remite a un reciente estudio realizado por la sociedad científica en colaboración con Patricia Barber, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, sobre necesidades de especialistas en psicología clínica para hacer una planificación adecuada. "Ahí se puede ver un poco lo que planteamos evaluando la prevalencia de depresión, ansiedad y otros trastornos mentales según los datos del Ministerio de Sanidad", explica.

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Los resultados muestran una necesidad de especialistas dependiendo del escenario de tratamiento. El informe concluye que es necesario un "aumento significativo del número de puestos de PIR para satisfacer la creciente demanda de tratamiento psicológico en el Sistema Nacional de Salud español. Invertir en una fuerza laboral de salud mental puede generar importantes beneficios económicos y de salud".

Datos desglosados

"Nosotros hacemos un cálculo ajustado de cuántos especialistas necesitaríamos. Nos sale que necesitamos unos cerca de 6.000 en el Sistema Nacional de Salud. Actualmente tenemos 3.300. Eso sería pasar de una ratio de 7 por 100.000 habitantes a una de 12", precisa el presidente de la sociedad científica.

"Lo siguiente que viene es desglosar estos datos por comunidades autónomas. Algunas tienen que hacer más trabajo que otras, por ejemplo Andalucía, Valencia y Madrid", añade. La sociedad trabaja mano a mano con el Ministerio para tener un retrato certero de las necesidades. "Están pendientes de que nosotros les demos un informe más desarrollado donde involucremos también ese desglose por comunidades", indica.

Lo que se ve en consulta

Una vez expuestos los datos, Prado Abril pasa a lo que están viendo en consulta. Primero, advierte, se debe "mejorar la forma en la que hablamos de salud mental. Explicar lo que es un problema de este tipo". Porque, reconoce, "hay una avalancha de demandas y los servicios están colapsados". Por un lado, explica, porque el refuerzo que se está haciendo no va lo suficientemente rápido y, por otro, porque esa avalancha de pacientes que piden consulta hace que quien tiene una enfermedad más grave no acceda a los servicios.

El psicólogo clínico habla de cuestiones que se relacionan "con el sufrimiento y el malestar" relacionadas con los determinantes sociales de la salud. Con buenas políticas públicas, mejores empleos y salarios, con acceso a la vivienda, ejemplifica, "todo ese malestar social que estamos atravesando es más fácil que se canalice", indica.

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Prado Abril considera que hay que ir más allá, en cualquier caso, de las listas de espera para acceder a los servicios de salud mental. "Hay muchísima variabilidad y, además, la lista de espera es una herramienta política y normalmente están maquilladas. Un dato más interesante sería el de cada cuánto se ve a un paciente en una unidad de salud mental cuando ha iniciado el tratamiento", señala.

Es ahí donde, detalla, "lo normal será que te vean cada dos o cada tres meses. Entonces, es una manera muy compleja de establecer tratamientos psicológicos". En consulta, zanja, ven "muchos malestares que colapsan el sistema. Una demanda muy creciente de malestar emocional por cualquier cuestión que no es tan crítica que desborda los servicios y que nos lleva a una situación donde muchas veces las personas que menos lo necesitan consumen los recursos y no podemos atender bien a los trastornos mentales graves".