Vaticano

"Algunos dicen que llegó mi hora, pero Dios piensa que aún debo estar aquí": las palabras del Papa a Meloni

El Papa "lee, escribe y llama por teléfono" desde el Hospital Gemelli de Roma

El papa Francisco es una imagen de archivo.

El papa Francisco es una imagen de archivo. / EP

Irene Savio

Irene Savio

Ciudad del Vaticano

El Papa se levanta, desayuna y se sienta en el sofá. En el séptimo día de hospitalización, el Vaticano ha intentando de nuevo este jueves transmitir serenidad sobre su salud. Francisco "ha pasado una noche tranquila", ha explicado la Santa Sede. En su habitación de la décima planta del Hospital Gemelli de Roma, "lee documentos, escribe y llama por teléfono", han añadido, en la misma línea, fuentes vaticanas. 

Las últimas informaciones refuerzan la tesis de que el Papa se resistió mucho en acudir al hospital, lo que ha complicado el estado de salud de un hombre de 88 años que ha padecido neumonías en el pasado y que carece de parte del lóbulo de un pulmón.

Algunos vaticanistas achacan las especulaciones de que Francisco estaría muriéndose a rivales del sector ultraconservador. "Sé que allá afuera hay algunos que dicen que ha llegado mi hora", habría dicho el propio Papa durante su encuentro con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el miércoles. "Alguno quizá ha rezado para que el Papa acabe en el Paraíso, pero Dios ha pensado que aún debo estar aquí", habría añadido el Pontífice, según una reconstrucción hecha por el diario italiano 'Il Corriere'.

Avispero de rumores

Al ser preguntado por este avispero de rumores, el cardenal Jean Marc Aveline, obispo de Marsella y considerado cercano a Francisco, ha explicado este jueves que sin duda hay "inquietud" en el clero por la situación de Francisco: "También porque no lo podemos ver". Pero "sabemos que es un luchador". "Es solo que hay personas que para que descansen hay ingresarlas en un hospital", ha ironizado Aveline, en respuesta a una pregunta de El Periódico de Catalunya, y al precisar que en los pasados días se comunicó con Francisco por vía escrita. "Estamos todo apenados, pero quisiera también recordar que de su último viaje [del Papa] volvieron más cansados los guardias suizos que él", ha añadido, también en tono irónico, el monseñor italiano Giuseppe Satriano.

En cuanto a la posibilidad de que el Papa acabe renunciando, otro de los grandes rumores de los últimos días, tanto Aveline como el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, se negaron a dar una respuesta contundente. "Todo es posible, pero no sé nada", ha afirmado Omella. "Es un hombre profundamente libre", ha continuado Aveline, al añadir que no tiene ninguna preocupación sobre la capacidad del Papa de seguir siendo la cabeza de la Iglesia. Francisco "es muy lúcido"ha añadido, al opinar que, según él, tomará la mejor decisión.

Dimisión

Los tres se ha expresado de esta manera después de que el cardenal italiano Gianfranco Ravasi afirmara, en entrevista con un medio italiano, que Francisco podría dimitir. "Está fuera de toda duda que, si se encontrara en una situación en la que estuviera comprometida su posibilidad de tener contactos directos, como a él le gusta hacer, de poder comunicarse de manera inmediata, incisiva y decisiva, entonces creo que podría decidir dimitir", afirmó Ravasi, a la radio RTL 102.5. 

Lo que ahora parece clave es ver cómo Francisco reacciona a los últimos cambios de terapia (ha habido al menos tres desde que fue ingresado en el hospital el pasado viernes). Todo ello después de que el boletín médico del martes aumentara la preocupación al revelar que la infección respiratoria del pontífice argentino había degenerado en una neumonía bilateral. 

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