Proyección oficial

Los déficits del sistema de dependencia se agravan: en 2030 se necesitarán 260.000 cuidadores más

El Gobierno crea una comisión interministerial y un grupo con las autonomías para incentivar la incorporación de trabajadores en el ámbito de los cuidados a mayores y personas con discapacidad

En 2024 serán 1.644.518 personas las que tienen reconocida su situación de dependencia y otras 136.954 estarán pendientes de valoración.

En 2024 serán 1.644.518 personas las que tienen reconocida su situación de dependencia y otras 136.954 estarán pendientes de valoración. / EFE

Patricia Martín

Madrid

El sistema de dependencia tiene muchos déficits, debido a las largas listas de espera y a que las ayudas no cubren todas las necesidades. También faltan recursos y profesionales, problemas que se agravarán en el futuro debido al envejecimiento de la población española. En concreto, según un estudio oficial elaborado por la Secretaria de Estado de Derechos Sociales y presentado este lunes, mantener la cobertura actual del sistema de la dependencia -que no cubre todas las necesidades- requerirá un total de 751.000 trabajadores, lo que requiere incorporar 261.400 de aquí a 2030.

Este incremento supone aumentar un 53% el número de empleados en los próximos cinco años, dado que a cierre de 2024 había 489.900 cuidadoras profesionales en el sistema. Se trata de la primera vez que el Gobierno realiza esta estimación, que también contempla que si se aumenta la ayuda domiciliaria y comunitaria, para aumentar los cuidados en casa y disminuirlos en las residencias, según marca el nuevo modelo de cuidados aprobado, se necesitarían muchos más empleos: hasta 639.000 profesionales más, un 131% más.

Por tanto, el reto es de primera magnitud teniendo en cuenta que ahora mismo tanto a las administraciones como a los proveedores de servicios les cuesta ya encontrar trabajadores que quieran ejercer en el ámbito de los cuidados, debido a que es un sector desprestigiado y con peores condiciones laborales.

Según ha destacado el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, en la presentación del informe, los cuidados "siguen recayendo en los hombros de las mujeres" y en el sector ganan un 35% menos que la media, casi la mitad tienen trabajos a tiempo parcial y más del doble de posibilidades de trabajar en turnos nocturnos o domingos, entre otros inconvenientes. "Es una realidad injusta e insostenible", ha subrayado.

Los grupos de trabajo

Por ello, ha considerado que "el trabajo de cuidados no solo va a necesitar a más personas, sino también una mejora de las condiciones laborales y una revalorización de esta labor en la sociedad". Y, para hacer frente a este desafío "de país", ha anunciado la puesta en marcha del 'Reto mejorar el empleo en los cuidados de larga duración', con la creación de dos foros: por un lado, un grupo de trabajo con las comunidades autónomas, en el que se analizarán las dificultades para encontrar profesionales y se estudiarán fórmulas para facilitar la empleabilidad y hacer el sector más atractivo.

El grupo de trabajo arrancará este mismo lunes con una exposición detallada del informe sobre las necesidades de profesionales a los representantes de las comunidades, para que puedan replicar el estudio en sus territorios y conocer sus necesidades específicas. Y, en segundo lugar, se creará una comisión interministerial, en el seno del Gobierno, que trabajará para fomentar y garantizar la incorporación de profesionales en el sistema. En esta comisión se trabajará el nuevo modelo de cuidados, que promueve los cuidados en el domicilio frente a las residencias, así como la financiación necesaria.

El reto demográfico

La estimación del número de trabajadoras que necesitará el sistema en 2030 se ha construido combinando las proyecciones demográficas del INE con la proporción actual de personas que requieren cuidados de larga duración. En los escenarios donde el ritmo de crecimiento de la población cubierta por el sistema se mantiene como en la actualidad, la población atendida cuando comience la próxima década llegará hasta las 2.055.172 personas, lo que supone un 27% más respecto a las 1.644.073 personas atendidas en 2024.

Según ha destacado la secretaria de Estado de Derechos Sociales, Rosa Martínez, esta evolución demográfica supone "un desafío para las instituciones pero, sobre todo, un motivo de celebración porque las personas viven cada vez más años"; un escenario en el que administraciones deben garantizar que la ampliación del tiempo de vida "vaya de la mano de la ampliación de los derechos y la calidad de vida".

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