Catástrofe en Valencia

Solo 170 bomberos fueron desplegados sobre el terreno el día después de la DANA

El pico del dispositivo alcanzó los 2.871 efectivos el 10 de noviembre, según informa José Miguel Basset, exjefe de la emergencia

Los forestales de la Generalitat denuncian que tanto los activos como los helicópteros permanecieron en las bases el primer día

Un bombero forestal en Paiporta, el 28 de noviembre.

Un bombero forestal en Paiporta, el 28 de noviembre. / Rober Solsona/EP

José Luis García Nieves

València

Los bomberos forestales de la Generalitat Valenciana no fueron movilizados el 30 de octubre de 2024, día después de la DANA. Así lo manifiestan fuentes sindicales del servicio de la Generalitat, un cuerpo con 900 efectivos a nivel autonómico que permaneció en sus bases, y que explica que su activación depende del Consorcio Provincial de Valencia. En el cómputo general, el 30 de octubre estuvieron desplegados en el terreno de la DANA 170 bomberos en total, sumando los del consorcio provincial (34), las brigadas forestales (60) también dependientes de la diputación (la antigua Divalterra) y 76 medios externos, de otros cuerpos ajenos a la provincia de Valencia.

El cuerpo autonómico se ha mostrado muy crítico en las últimas horas con el ya exinspector del Cuerpo Provincial de Bomberos de Valencia, José Miguel Basset. Cabe recordar que el pasado martes, Basset, cerebro técnico de la DANA del 29 de octubre, compareció en la comisión de investigación de la Diputación de Valencia, y durante su intervención derivó en una unidad de bomberos forestales de la Generalitat la responsabilidad de vigilar en Poyo. En concreto, justificó el regreso a la base de la unidad desplegada en Chiva por la reducción del caudal, y porque era la hora de comer.

Además de esto, el especialista estuvo casi cuatro horas dando cuenta de todo el operativo y aclarando las dudas de los partidos. En su exposición explica que ese primer día tras la DANA, fueron 170 efectivos. La cantidad fue creciendo exponencialmente. Primero, a un ritmo más lento: el segundo día tras la DANA fueron 336. Ahí ya se incorporaron 28 miembros de los bomberos forestales.

El pico de la emergencia

El domingo 3 de noviembre ya había un auténtico ejército de bomberos desplegados entre Utiel-Requena y l’Horta Sud, pasando por la Ribera. Ese día se supera el millar de efectivos. El máximo número de efectivos desplegados llegó el 10 de noviembre, con 2.871 bomberos sobre el terreno, con gran presencia de personal de otras autonomías (2.612) e incluso internacionales.

Cantidades estimativas

En todo caso, el propio informe facilitado por Basset en la comisión señala que el cálculo es “estimativo”, debido a la gran dispersión de información en los primeros días de la emergencia, y también la falta de notificación de unidades que acudieron a actuar directamente sobre el terreno, por iniciativa propia. En otro punto del informe también aclara que, respecto al Consorcio Provincial de Bomberos, no se contabilizan las dotaciones ordinarias de guardia que, en los primeros días de la emergencia, también participan activamente.

Entre los cuerpos desplegados destacan efectivos de Francia y Portugal, más de 170, pero también unidades caninas de Alemania, Países Bajos o Suiza. Fueron 124 cuerpos en total, incluida una presencia importante de las brigadas de refuerzo de incendios forestales (Brifo) del ministerio, que se encontraban fuera de temporada de incendios y fueron intensamente movilizados, llegando miembros de toda España.

Bomberos de Extremadura.

Bomberos de Extremadura. / Kmy Ros

Reto organizativo

Al margen del caos de las primeras horas y de la falta de perspectiva general sobre el alcance de los daños (Basset realizó un vuelo de reconocimiento el mismo día 30 para poder hacerse una idea de la magnitud del evento), la coordinación de efectivos fue un reto mayúsculo.

De ello habla también Basset durante su intervención: desde los peligros también aquellos primeros días, con la avalancha de voluntarios que por momentos impedían trabajar a la maquinaria para despejar las calles y carreteras de coches; a la compleja operativa para conseguir espacios de descanso para los efectivos que venían, tareas en las que también participa la diputación.

Despliegue ordenado

Sobre la gestión del ingente número de efectivos que tuvo a su cargo (hay que recordar que con la movilización de fuerzas armadas y cuerpos de seguridad llegaron a superar los 20.000), Basset utilizó una expresión coloquial: ‘la potencia sin control no sirve de nada’. Era la forma de explicar, también, que en los primeros días no se movilizó de manera masiva a todos los efectivos porque antes había que establecer zonas y prioridades. Cabe recordar, en este sentido, que hasta el sábado 2 de noviembre, cuarto días tras la riada, el Cecopi no reclama cinco mil militares. Aquel lento despliegue provocó graves tensiones en la zona cero.

En ese contexto, fuentes de los bomberos forestales lamentan que el día 30 solo actuaron, por propia inicativa, algunas unidades que estaban en la zona cero de la emergencia por estar implicadas y colapsadas dentro de la riada. Ocurrió en Alzira, Requena, Sinarcas, Olocau, Yátova y Buñol. También lamentan que sus seis helicópteros no volaron, pese a contar con la autorización de Aviación Civil, al no ser movilizados por el consorcio.

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