Ryanair endurece su política de vuelo: multas de 500 euros a pasajeros conflictivos a partir de este verano

El verano ya está aquí y millones de personas en todo el mundo tienen reservado un billete de avión con Ryanair para los próximos meses. A pesar de las constantes críticas recibidas a diario por miles de viajeros, la aerolínea irlandesa sigue siendo una de las más populares a nivel mundial gracias a sus múltiples destinos, frecuencias y bajos precios.

Ryanair introducirá una multa de 500 euros para los pasajeros cuyo mal comportamiento provoque que sean expulsados del avión, según ha informado en una nota de prensa. Desde la irlandesa ha advertido que las conductas indisciplinadas de los viajeros se trata de un problema que "afecta a todo el sector y a todas las compañías aéreas".

Además, se ha comprometido a seguir persiguiendo a los pasajeros conflictivos por daños civiles, aunque como mínimo, ahora se les impondrá esa multa mencionada de 500 euros.

En palabras de un portavoz de la compañía, es "inaceptable" que los pasajeros sufran "trastornos innecesarios" por mala conducta de un viajero "indisciplinado". Así, espera que este enfoque proactivo actúe como "elemento disuasorio" para eliminar este comportamiento inaceptable.

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"Aunque se tratan de hechos aislados que ocurren en todas las aerolíneas, el comportamiento perturbador en un espacio compartido tan reducido es inaceptable", ha añadido el representante de Ryanair.

Pasajeros indisciplinados

Sobre este tema ya han surgido casos de multas jurídicas como el de un tribunal maltés, que sancionó con 2.000 euros a un pasajero que volaba de Colonia (Alemania) a Malta el pasado 22 de marzo y que fumó a bordo del avión y se negó a seguir las instrucciones de la tripulación.

Asimismo, Ryanair inició una acción penal contra un viajero que fue expulsado de un avión por la Guardia Civil tras afirmar ser diplomático de la ONU para ocupar un asiento no asignado en el vuelo FR2001 de Lanzarote a Santiago de Compostela del pasado 17 de enero, cuya salida se interrumpió 40 minutos por este suceso.

Por último, la irlandesa vetó durante cinco años y denunció tanto ante los tribunales polacos como ante la Guardia Civil a un pasajero que causó daños por valor de 3.000 euros en un vuelo entre Berlín y Marrakech el pasado 9 de enero.