El mapa de España con el pueblo más bonito de cada provincia en 2025

Mapa de los pueblos más bonitos por cada provincia en 2025

Mapa de los pueblos más bonitos por cada provincia en 2025 / REVISTA VIAJAR

Son los lugares donde las puertas se siguen dejando abiertas. Son el primer hogar de muchos y el refugio soñado de tantos otros. Son los que siguen guardando la esencia de nuestras tradiciones y donde se sigue respirando un ambiente de comunidad. Son sus fiestas, sus acentos. Son la calma, la hospitalidad y la belleza sin artificios. Son los pueblos de España, esos a los que siempre volvemos cuando necesitamos parar y reflexionar.

Como cada año la revista VIAJAR hace un recorrido por los pueblos más bonitos de España, recorriendo cada una de nuestras 52 provincias. Lugares que destacan por su belleza, por sus innovaciones turísticas o por ser el claro ejemplo de que hay vida más allá de las grandes ciudades. Desde las escarpadas montañas del norte de España a los espectaculares pueblos de costa bañados por el sol, pasando por llanuras fértiles, bosques frondosos, molinos de viento, arquitectura medieval y callejuelas empedradas dignas de un cuento. Estos son, para los expertos de la revista, los pueblos que todo el mundo debería visitar este 2025.

Andalucía

Almería: Mojácar

Blanco, luminoso y en lo alto: Mojácar domina la costa desde su atalaya andaluza. Sus callejuelas laberínticas y sus plazas floridas conservan el alma morisca del pueblo. A sus pies, el Mediterráneo espera con playas tranquilas y puestas de sol memorables.

Cádiz: Vejer de la Frontera

Encajado en una colina blanca frente al Atlántico, Vejer es un laberinto de patios floridos, murallas árabes y callejas llenas de encanto. El atardecer desde su mirador es inolvidable. A pocos kilómetros, las playas de El Palmar completan el viaje.

Córdoba: Zuheros

Colgado entre montañas y olivares, Zuheros combina lo mejor del blanco andaluz con una belleza natural impactante. Desde su castillo, las vistas al Parque de las Sierras Subbéticas son de postal. Muy cerca, la Cueva de los Murciélagos añade un toque misterioso.

Jaén: Alcalá la Real

En la comarca de la Sierra Sur se encuentra esta joya medieval, una ciudad que impone desde las alturas con su Fortaleza de la Mota, testigo de batallas, conquistas y leyendas. Pasear por sus callejuelas es viajar al pasado entre torres, murallas y la imponente Iglesia Mayor Abacial. Pero no todo es historia, sino que también encontramos el Palacio Abacial, hoy museo, el cual da vida a una ciudad que sabe combinar a la perfección patrimonio con una cultura muy viva.

Málaga: Frigiliana

A solo unos minutos del mar pero con alma de montaña, Frigiliana se enreda en cuestas empedradas, casas encaladas que brillan bajo el sol andaluz y un casco histórico que es considerado uno de los más bonitos de España. Su pasado morisco y su cuidado aspecto lo convierten en uno de los pueblos blancos más bonitos de España. No te puedes perder el Festival de las Tres Culturas en el que se celebra su legado árabe, cristiano y judío. Frigiliana huele a jazmín y sabe a miel de caña.

Granada: Pampaneira

En la vertiente sur de Sierra Nevada, se encuentra este pueblo de unos 300 habitantes que combina a la perfección la arquitectura alpujarreña, un entorno natural único y la autenticidad cultural. Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1982, Pampaneira ofrece casas encaladas, tinaos, terraos y callejones de tradición musulmana; todo ello a escasa distancia de las cumbres del Veleta y el Mulhacén. 

Huelva: Almonaster la Real

Situado en pleno Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, se encuentra este pueblo histórico de esencia islámica donde se encuentra una de las mezquitas andalusíes mejor conservadas de España. Su casco urbano, declarado Bien de Interés Cultural, presenta un conjunto de calles empedradas que funcionan como una máquina en el tiempo, a través de la cual se pueden distinguir elementos de distintas épocas. Almonaster la Real, rodeado de montañas cubiertas de bosques de castaños y encinas, se presenta como la combinación perfecta entre legado histórico, cultural y una belleza natural sobrecogedora. 

Sevilla: Osuna

Podemos decir que Osuna debe parte de su fama a la serie Juego de Tronos, ya que fue uno de los escenarios elegidos para grabar escenas que ha hecho que cientos de curiosos se acerquen hasta sus fronteras. Pero este pueblo es mucho más: es un pueblo con un impresionante patrimonio y unas calles que destilan un ritmo pausado. Aquí no te puedes perder la Universidad de Osuna, del siglo XVI, la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción, el Monasterio de la Encarnación, o la Calle San Pedro que está considerada como una de las más bonitas de Europa por sus palacios. 

Aragón

Huesca: Alquézar

Este pueblo medieval se encuentra en el corazón del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, por lo que es el lugar ideal para mezclar una visita medieval con un día de ruta por la naturaleza. Una vez ahí, es de obligado cumplimiento visitar la colegiata de Santa María y pasear por Alquézar, el cual se presenta como un conjunto medieval de murallas, torres e iglesias. Si eres amante del barranquismo, este pueblo es considerado como el paraíso de aquellos que han hecho de esta actividad su personalidad. Aunque, si por el contrario, eres de los que disfrutan de la naturaleza sin tanta adrenalina, Alquézar te ofrece las pasarelas del río Vero.

Teruel: Valderrobres

Es conocido por ser la Capital del Matarraña y ha sido nombrado muchas veces como la Toscana española. No es para menos... pues estamos en uno de los pueblos más bonitos y escénicos de Teruel. Aquí encontramos varias peculiaridades: está coronado por su monumental castillo conectado con la iglesia gótica de Santa María la Mayor, tiene un puente de piedra precioso que atraviesa un río y te embelesarás con un casco histórico que es como sentirse en una película de Disney. Un pueblo que es un 10 en todos los sentidos. 

Zaragoza: Anento

Situado en la provincia de Zaragoza, cautiva por su encanto medieval y su entorno natural. Pasear por sus calles estrechas y bien conservadas permite descubrir construcciones tradicionales de adobe y piedra, además de la destacada Iglesia de San Blas, con su magnífico retablo gótico. Uno de los lugares más singulares es el Manantial del Aguallueve, una cascada que brota de las rocas calizas creando un entorno mágico cubierto de musgo y vegetación. El pueblo también cuenta con una torre defensiva medieval y restos del castillo de Anento, desde donde se obtienen vistas espectaculares del valle. Ideal para una escapada tranquila, Anento combina historia, belleza natural y tranquilidad en un solo lugar. 

Asturias

Asturias: Cudillero

Este pueblo pesquero se derrama por la ladera hacia el puerto, con sus casas de colores colgadas en terrazas naturales. La vida gira en torno a la plaza del puerto, perfecta para tapear con vistas al mar Cantábrico. Desde lo alto, el anfiteatro de tejados rojos enamora.

Canarias

Las Palmas: Teror

Con sus balcones de madera tallada, calles adoquinadas y aire de pueblo detenido en el tiempo, Teror es uno de los rincones más especiales de Gran Canaria. Su Basílica, dedicada a la Virgen del Pino, es lugar de peregrinación y corazón espiritual de la isla. Y ya ni hablar del mercadillo dominical y de las fiestas del Pino, las cuales muestran su lado más festivo y tradicional. Teror combina devoción, historia y belleza canaria.

Santa Cruz de Tenerife: Taganana

Una de las verdaderas joyas por descubrir de Santa Cruz de Tenerife, al que se conoce como “un tesoro escondido entre el mar y las montañas”. Un precioso pueblo que se ubica en el Parque Rural de Anaga, al noreste de Tenerife, que está rodeado de una imponente naturaleza salvaje y que, por si fuera poco, cuenta con unas preciosas vistas al océano. Entre las cosas que no te puedes perder aquí, anota: date un paseo por sus estrechas calles repletas de arquitectura tradicional, visita si iglesia del siglo XVI o acércate a sus playas cercanas como la de Benijo y Almáciga, dos de las más bonitas de la zona. 

Cantabria

Cantabria: Santillana del Mar

Conocida como “el pueblo de las tres mentiras”, Santillana es en realidad un prodigio de piedra viva. Sus casonas blasonadas, calles empedradas y la colegiata de Santa Juliana la convierten en un imprescindible del norte. Todo parece intacto desde hace siglos.

Castilla y León

Ávila: Arenas de San Pedro

Puerta de entrada a la Sierra de Gredos, Arenas de San Pedro combina patrimonio, montaña y aguas termales. Su castillo, sus puentes de piedra y su cercanía a parajes naturales como la Cueva del Águila la hacen irresistible. Aquí se respira aire limpio y calma castellana. Ideal en otoño o primavera.

Burgos: Frías

En lo alto de una roca, Frías domina el valle del Ebro con sus casas colgantes y su castillo vigilante. Es el pueblo más pequeño de España con título de ciudad, y guarda su esencia medieval intacta. El puente romano es una de sus postales más bellas; y visitarlo es viajar atrás en el tiempo.

León: Villafranca del Bierzo

Este precioso pueblo guarda el sabor de las villas históricas castellanas, con sus conventos, palacios y un ambiente tranquilo que invita al disfrute. Es una de las paradas más queridas del Camino de Santiago, rodeada de viñedos, montañas y leyendas.La Puerta del Perdón y sus templos románicos la convierten en un refugio espiritual. Aquí, el tiempo discurre poco a poco, como el Sil entre sus piedras.

Palencia: Aguilar de Campo

Este pueblo saltó a la palestra por ser participante del concurso Gran Prix, justo cuando marcaba su primer año de vuelta a las pantallas. Pero este pueblo es mucho más que eso: es un precioso lugar repleto de arte románica en una armonía perfecta con su entorno natural. Algunos de los imprescindibles a visitar son la Colegiata de San Miguel, su castillo medieval o el conjunto de iglesias románicas de sus alrededores, que forman parte de la Ruta del Románico del Norte. Si eres más de naturaleza pon tu mirada en el Embalse de Aguilar, que es perfecto para hacer un paseo entre preciosos rincones.

Salamanca: Mogarraz

No nos cansaremos de decir que este es uno de los pueblos más especiales de Salamanca. Es ampliamente conocido por estar repleto de los retratos de los vecinos, que cuelgan de las fachadas de sus casas. Pero más allá de esta curiosa acción artística es un pueblo auténtico por sus calles empedradas y sus casas de entramado de madera, perfectas para los que buscan la belleza histórica de Salamanca. De aquí no te puedes perder la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves o la ruta de senderismo que va hacia La Alberta o Miranda del Castañar. Este lugar es un sí rotundo y por eso se ha ganado un lugar entre los pueblos más bonitos del 2025.

Segovia: Turégano

Turégano es uno de los pueblos menos conocidos de Segovia, pero no por eso es uno de los menos interesantes. Una joya para empaparse de la tradición castellana más pura y que mantiene intacto su aire rural. Aquí te sorprenderás con su imponente castillo, con nombre homónimo del pueblo, que cuenta con la iglesia de San Miguel en su interior. Aunque una de las postales que mas gusta a los que la visitan es la de su Plaza Mayor, con unos preciosos soportales que te llevarán a su tradicional Ayuntamiento. 

Soria: Vinuesa

Un precioso pueblo entre pinares y embalse que, para muchos, es la joya de la sierra de Soria. Lo encontrarás al pie de la Sierra de Urbión y el embalse de la Cuerda del Pozo, dos de los parajes más espectaculares de la zona. En este pueblo encontrarás casas nobles, callejas empedradas y un entorno natural privilegiado. Tanto, que es conocido por ser uno de los perfectos para hacer la ruta al paraje de la Laguna Negra, uno de los espacios naturales más importantes de la provincia. 

Valladolid: Medina de Rioseco

Situado en la provincia de Valladolid, es una joya histórica y monumental que ofrece al visitante un encantador viaje al pasado. Uno de sus principales atractivos es la Iglesia de Santa María de Mediavilla, una magnífica muestra del gótico castellano que alberga un impresionante retablo barroco. También destaca la Iglesia de Santiago Apóstol, con su imponente fachada renacentista. Un paseo por su Casco Histórico, declarado Conjunto Histórico-Artístico, permite descubrir antiguos palacios, soportales y callejuelas que evocan su esplendor como centro comercial y religioso en tiempos de la Mesta. No se puede dejar de visitar el Museo de San Francisco, ubicado en un antiguo convento, y el Canal de Castilla, donde se pueden realizar paseos en barco y disfrutar de la tranquilidad del paisaje. Además, su Semana Santa está declarada de Interés Turístico Internacional, convirtiéndola en una visita cultural y espiritual muy especial. 

Zamora: Fermoselle

Fermoselle, situado en la provincia de Zamora y en pleno Parque Natural de los Arribes del Duero, es un pintoresco pueblo con un gran legado histórico y paisajístico. Conocido como el “Balcón del Duero”, ofrece impresionantes vistas sobre los cañones fluviales desde miradores como el de El Torojón. Su casco antiguo, declarado conjunto histórico-artístico, está repleto de calles empedradas, casas de granito y bodegas subterráneas tradicionales. Destacan monumentos como la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo románico y gótico, y la Ermita de Santa Cruz. Este pueblo también es punto de partida ideal para realizar rutas por los Arribes, ya sea a pie o en barco por el Duero, disfrutando de su fauna y naturaleza. Además, su cultura vitivinícola y su arquitectura tradicional lo convierten en un destino con auténtico sabor rural.

Castilla-La Mancha

Albacete: Alcalá del Júcar

Tallado en las paredes de un cañón del río Júcar, este pueblo está construido a base de casas cueva, puentes centenarios y un castillo que saluda al mirar al cielo. Desde abajo parece flotar en la roca; y sus calles serpentean cuesta arriba, ofreciendo una vista cada vez más mágica.

Ciudad Real: Almagro

Teatro clásico y elegancia manchega se dan la mano en este pueblo de fachadas encaladas y balcones verdes. El Corral de Comedias, único en el mundo, sigue activo desde el siglo XVII. Su plaza, rincón favorito para tomar café y tapas, es una de las más hermosas de España.

Cuenca: Alarcón

Encaramado sobre un meandro del Júcar, este pueblo fortificado sorprende por su castillo, su muralla y sus vistas infinitas. Pasear por Alarcón es hacerlo por la historia de la Reconquista. Rodeado de naturaleza y silencio, es un retiro perfecto.

Guadalajara: Sigüenza

Este espectacular pueblo medieval es perfecto para una escapada pues rebosa historia, ofrece unas calles empedradas perfectas para perderse, un casco histórico perfectamente conservado y una fortaleza del siglo XII que a día de hoy funciona como Parador Nacional. En tu visita, no puedes pasar por alto la Catedral de Santa María, una de las construcciones más destacadas del arte románico y gótico en España. Sigüenza se presenta como un pueblo que no te puedes perder, donde la tradición convive con la vanguardia gastronómica, la cultura y la hospitalidad de su gente.

Toledo: Consuegra

Una de las postales más bonitas e identificativas de La Mancha, la de sus 12 preciosos molinos de viento en fila junto al imponente castillo medieval de La Muela. Este, que se conforma como uno de los paisajes más icónicos de la comunidad autónoma es la panorámica perfecta para entender por qué este pueblo merece una visita. Pero más allá de ellos, también es interesante acercarse a su centro histórico para visitar sus casas tradicionales y ermitas o estar pendiente de sus Fiestas de la Rosa del Azafrán, que se celebran en otoño. 

Cataluña

Barcelona: Rupit i Pruït

Un puente colgante da la bienvenida a este diminuto pueblo medieval de la comarca de Osona. Las casas de piedra se asoman al acantilado, y las fuentes, escaleras y balcones floridos lo convierten en un escenario de postal. A pocos metros, una cascada enclavada en la roca.

Girona: Cadaqués

El pueblo pesquero de Cadaqués, es un paraíso el cual enamora por a locales, turistas y algún que otro artista por igual. El conocido pueblo de Dalí, se caracteriza por sus casas blancas, calles empedradas y rincones con mucha esencia mediterránea. Es el destino perfecto para aquellos que busquen la tranquilidad al no ser tan accesible como otros pueblos de la Costa Brava, ya que se encuentra aislado por la montaña de Puig de Paní y el Puig de Bufadors del resto del Ampurdán. Por lo que, Cadaqués se presenta como el pueblo más bonito de Cataluña, y uno de los más deseados por ofrecer la perfecta combinación entre playas de ensueño, naturaleza salvaje y rincones con una esencia inigualable. 

Lleida: Bagergue

En pleno Valle de Arán y a más de 1.400 metros de altitud, este pueblo destaca por su belleza alpina y su cuidado urbanismo de piedra, madera y pizarra. Elegido varias veces como uno de los pueblos más bonitos de España, es perfecto en cualquier estación. Durante el verano, sus balcones rebosan flores, y en invierno se cubre de nieve como un decorado de cuento. Bagergue es pequeño, pero inolvidable.

Tarragona: Miravet

No hay duda de que este pueblo es uno de los más especiales de España, que deja una postal idílica a su paso: casas escalonadas sobre el río y un castillo templario coronando el conjunto. La mejor forma de ver esta silueta es a través del río, que se puede recorrer en sus famosos “pas de barca”, una barcaza tradicional sin motor de la zona. Aquí, además, podrás maravillarte con el Castillo Templario de Miravet, su antigua alfarería y sus tiendas de cerámica o su embarcadero histórico. Una joyita que debes visitar, vaya. 

Comunidad de Madrid

Chinchón

Famoso por su plaza mayor porticada y su licor de anís, este pueblo conserva el aire castizo que lo ha hecho tan célebre Teatros, conventos, bodegas y una gastronomía de primera completan la experiencia en este pueblo lleno de vida a las puertas de Madrid. Sus fiestas taurinas en la plaza y su Parador en un convento del siglo XVII son planes imprescindibles si decides visitar Chinchón. 

Comunidad Valenciana

Alicante: Guadalest

Guadalest se asoma al abismo desde su castillo roquero, rodeado de montañas y pantanos de color esmeralda. Un acceso tallado en la piedra lo conecta con un casco antiguo detenido en el tiempo. Pequeño, pero lleno de museos, terrazas y miradores. Ideal para una escapada entre historia y naturaleza.

Castellón: Morella

Esta joya amurallada se alza a 1.000 metros sobre el Maestrazgo, coronada por un castillo que domina todo el horizonte. Sus calles estrechas y empinadas respiran historia medieval. En invierno, con nieve, parece un belén. Tradición, paisaje y gastronomía van de la mano.

Valencia: Chulilla

Este pueblo se alza en la ladera de una montaña, aunque de casas completamente blancas, con un castillo en lo alto. Es una zona repleta de senderos y rutas para disfrutar de la sierra en primera persona y no solo observarla desde los miradores. La más destacada es la del Charca Azul, en mitad de la cual se puede descansar con un baño en las aguas del río Turia. ¿Que no te puedes perder de aquí? La ruta de los Puentes Colgantes por el Cañón del Turia, el castillo árabe sobre el risco, sus balcones con flores o sus espectaculares miradores. ¡Vas a alucinar! 

Extremadura

Cáceres: Guadalupe

Coronado por el imponente monasterio que da nombre al pueblo, Guadalupe es uno de esos lugares que se descubren paso a paso. Sus callejuelas empedradas y casas con soportales de madera conservan el sabor tradicional extremeño. Lugar de peregrinación, historia y belleza.

Badajoz: Jerez de los Caballeros

El legado templario late entre las murallas de este señorial pueblo extremeño. Iglesias barrocas, callejuelas empedradas y torres blancas se suceden entre cuestas suaves. En primavera, los patios se llenan de flores. Un paseo por Jerez de los Caballeros es un viaje por siglos de historia.

Galicia

Lugo: Monforte de Lemos

Esta maravilla de pueblo es una joya oculta en el corazón de la Ribeira Sacra lucense, donde la historia y el paisaje se dan la mano. Su imponente castillo y el conjunto monumental del colegio de los Escolapios no dejan indiferente a nadie. Es una de esos lugares que sorprenden sin hacer mucho ruido, con encanto gallego del auténtico. Rodeada de viñedos, Monforte invita a disfrutar con calma, copa en mano y sin prisas. 

Ourense: Ribadavia

Un pueblo fascinante en el que se mezclan con elegancia el vino y la historia. Lo encontrarás en la comarca del Ribeiro, cerca del río Avia. Aquí encontrarás varias cosas interesantes por los que merece hacer una visita: su preciosa arquitectura medieval, unos vinos riquísimos que vienen heredados de su cultura vitivinícola y una gran herencia judía que se puede palpar en sus calles. No te puedes perder el barrio judío, el Castillo de los Sarmiento o las Bodegas del vino Ribeiro. Y, si pasas por allí en agosto, no te puedes perder la fiesta de Istoria, que recrea su pasado medieval.

La Coruña: Betanzos

A orillas del río Mandeo, encontramos uno de esos pueblos que conservan la esencia del pasado con sus casas abalconadas de madera, sus iglesias y casas góticas, la farmacia más antigua de Galicia o sus señoriales plazas. Betanzos sorprende por su riqueza patrimonial y por su tortilla, considerada por muchos la mejor del mundo. Sus fiestas de San Roque y el tradicional Globo de papel iluminan el verano con historia y emoción.

Pontevedra: Vilanova de Arousa

Es conocido por ser la cuna de Valle-Inclán, y es por eso que aquí encontraremos la Casa-museo del escritor, justo en el lugar donde nació. Pero este pueblo ubicado en la comarca del Salnés, frente a la ría de Arousa, es más que su historia de célebres artistas. Este pueblo es perfecto para los que buscan un ambiente local auténtico y es una escapada perfecta para los que buscan paseos bonitos, una gastronomía local abundante y empaparse de la historia literaria gallega. No te puedes perder su puerto y la lonja pesquera, donde vivir el ambiente pesquero del lugar. 

Islas Baleares

Islas Baleares: Valldemossa

En el corazón de la sierra de Tramuntana, se encuentra este pueblo conocido por haber sido refugio de Chopin y George Sand, es un lugar cargado de historia y sensibilidad artística. que parece detenido en el tiempo. Sus calles empedradas y casas de piedra, rodeadas de un entorno montañoso, Patrimonio de la Humanidad , crean una estampa de auténtico encanto mediterráneo. Pasear por Valldemosa es sumergirse en una atmósfera serena, que combina a la perfección la magia de la naturaleza y el alma de un pueblo con mucha historia que contar. 

La Rioja

La Rioja: Ezcaray

Rodeado de montañas y frondosos bosques, Ezcaray es mucho más que un bonito pueblo riojano, sino que es un lugar donde el buen comer, la calma y la tradición conviven con el encanto de la arquitectura popular. Es, sin duda, un punto de referencia del turismo rural y gastronómico en La Rioja. En invierno, se convierte en base perfecta para esquiar en Valdezcaray, y en verano, es ideal para senderistas y amantes del tapeo. Ezcaray tiene plan para todo el año.

Navarra

Navarra: Ujué

Es, para muchos, una auténtica joya en lo alto de la montaña. No es para menos... pues se ubica a 800 metros de altitud, en plena Navarra media-oriental. Quizás no es uno de los más visitados y concurridos de Navarra, pero sí uno de los más bonitos. Una de las postales más identificativas en la que marca la silueta coronada por la iglesia-fortaleza de Santa María. Eso sí... lo que nos ha dejado con la boca abierta son sus vistas panorámicas del Pirineo y la Ribera. 

País Vasco

Álava: Laguardia

La rioja alavesa explota en este pueblecito medieval en el que historia, cultura, entorno natural y riqueza gastronómica se dan la mano. La región está rodeada de viñedos –las bodegas Ygay son de aquí– y su centro histórico con callejuelas empedradas de 600 años está rodeado de una muralla del siglo XIII.

GuipúzcoaZarautz

Este pueblo es ideal para los amantes del surf, o simplemente para aquellos que saben disfrutar de unas playas de película, un ambiente en el que te sentirás como en casa y un pueblo escandalosamente bonito. A tan solo 15 kilómetros de la capital, la playa de Zarautz se presenta como una de las mejores para hacer surf de España. Además, no puedes irte sin conocer lugares tan emblemáticos como la Casa Gamboa, la Casa Makatza o la Iglesia de Santa María de la Real, ni sin llenar el estómago disfrutando de unas de las mejores gastronomías de España.

Vizcaya: Lekeitio

Lekeitio, encantador pueblo costero del País Vasco, combina la belleza del mar Cantábrico con un rico patrimonio histórico. Uno de sus mayores atractivos es la Basílica de la Asunción de Nuestra Señora, una joya del gótico vasco que guarda un espectacular retablo flamenco. El puerto pesquero, lleno de vida y color, es ideal para pasear y disfrutar de la gastronomía local en sus numerosos bares y restaurantes. Frente a la costa se encuentra la Isla de San Nicolás, a la que se puede llegar caminando durante la marea baja por un curioso paso de piedra. También merecen una visita la playa de Isuntza, perfecta para el baño, y la playa de Karraspio, ideal para disfrutar de las vistas y la tranquilidad. Perderse por sus calles empedradas o asistir a alguna de sus fiestas tradicionales, como San Antolín, es una manera única de conocer el alma marinera de Lekeitio. 

Región de Murcia

Murcia: Moratalla

Moratalla es un pueblo murciano con carácter, rodeado de naturaleza agreste, arte rupestre y montañas. Su casco antiguo, coronado por un impresionante castillo medieval, invita a pasear a descubrirlo poco a poco, no te puedes perder la iglesia de la Asunción, construida a partir de un santuario de una sola nave, con cubierta de madera, que ya existía antes del año 1468.

Tampoco puedes pasar por alto su Semana Santa y sus fiestas tradicionales, fechas señaladas, hacen del pueblo un lugar único. La ruta de los tambores en primavera es todo un espectáculo sonoro. Por lo que, si buscas autenticidad y paisaje, Moratalla te ofrece eso y mucho más. 

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