CUMBRE ONU
Cómo es un día en la cumbre de la ONU: lo que no se ve del mayor evento internacional que ha tenido Sevilla
El Palacio de Exposiciones y Congresos de Fibes se ha transformado en un gran recinto con 14 salas que incluye salón de plenos, sala de eventos especiales, un foro internacional de negocios o la sala de prensa

Rocío Soler Coll
Rocío Soler Coll
Esta semana, el tan conocido Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla (Fibes) se ha transformado: los pabellones, los auditorios, las salas e incluso las cafeterías lucen diferente. Es lógico, nunca antes Fibes había acogido un evento internacional de tal calibre. Estos días, todo llama la atención en un paseo por la cumbre de la ONU: la seguridad, los pabellones, la infinidad de protocolos y las salas para los periodistas son solo algunos de los rincones a los que hay que habituarse para trabajar desde dentro. El mapa de la distribución de la cumbre habla por sí solo: 14 salas que incluye salón de plenos, sala de eventos especiales, un foro internacional de negocios y una gran sala de prensa.
La capital andaluza ha sido la primera ciudad española en recibir una Conferencia de la ONU sobre Financiación para el Desarrollo y con ella a casi 10.000 participantes de 150 países diferentes. El escenario con el que se afronta la cuarta cumbre es agridulce: por una parte, 60 jefes de Estado y más de 200 representantes de delegaciones de países de todo el mundo -con la excepción de la sonada ausencia de Estados Unidos- van de la mano hacia un "multilateralismo" para recomponer la financiación al desarrollo en un momento de conflictos y guerras comerciales. Es decir, apuestan por ir juntos, de la mano. Sin embargo, por otra parte, también se critica la falta de medidas urgentes que ataquen la crisis de deuda en países con pocos recursos.
Con todo, al finalizar esta conferencia se firmará el acuerdo "Compromiso de Sevilla", un documento que, aunque no es un tratado internacional, tiene el consenso del resto de participantes. En él España se compromete a llegar antes de 2030 al histórico objetivo del 0,7% para cooperación internacional, en torno a 10.000 millones de euros.

Participantes de la cumbre de la ONU en el auditorio del Pabellón de las Delegaciones. / Rocío Soler Coll
Ante este escenario, miles de participantes entraban este martes al palacio de congresos para atender mesas redondas, conferencias, debates o ruedas de prensa, así como periodistas que llegaban de muchas partes del mundo para cubrir un evento de tal magnitud. En concreto, estos días se han entregado 479 acreditaciones a profesionales de la información. "Hay periodistas de todas partes, pero sobre todo de países africanos, aunque también están presentes europeos y estadounidenses", apuntan a este medio desde la Secretaría de Estado de Comunicación.
Limitaciones en un evento organizado al milímetro
Para cualquier periodista que estos días se pasee por estos pasillos y salas, no es fácil moverse por aquí. Hay espacios a los que no se tiene acceso, como es el caso del Pabellón de las Delegaciones, a no ser que el profesional vaya acompañado de un miembro de la delegación que le acompañe expresamente.
Para trasladarse de pabellón a pabellón, en muchos casos es necesario ir acompañado de un profesional que ejerce de enlace con la prensa. La mayoría de las ruedas de prensa se llevan a cabo en las salas que hay en el interior del gran Pabellón 3, donde los periodistas pueden trabajar, grabarse, hacer canutazos, tomar café, locutar en una sala acomodada e incluso grabar un pequeño programa.
En actos donde acuden personalidades como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el hermetismo aumenta, el auditorio, como es de esperar, se llena de seguridad y de escoltas. Prueba de ello fue en su última intervención este martes, que tuvo lugar a las 15:15 y duró apenas cinco minutos: la sala estuvo abarrotada de policías y periodistas mientras Sánchez estuvo presente.
La parte nueva de Fibes, un espacio para el 'networking'
Las conferencias y mesas redondas, así como las reuniones bilaterales entre altos representantes son clave en este tipo de eventos, pero también el 'networking' a menor escala. Muchos participantes llegan a este tipo de cumbres para conocer -y darse a conocer- otras empresas, asociaciones, ONG's o representantes políticos. El objetivo es entablar una relación y, si surge, poder llegar a algún acuerdo fructífero entre entidades.
Estas conversaciones surgen en la parte nueva de Fibes -bautizado como el 'Exhibition Space'-, el inmenso claustro que reúne a miles de participantes que recorren los pasillos y las escaleras para llegar a las salas. Allí se encuentra el punto de información turístico del Ayuntamiento de Sevilla, el stand de las Naciones Unidas, el de Idra o el punto donde te regalan la Welcome Pack, la bolsa de 'merchandising' que todo el mundo luce en la cumbre.
Es en este punto del mapa donde los representantes de ONG e instituciones de distintas partes del mundo se reúnen. Las mesas -que están esparcidas por las tres plantas- dan fe de ello: se ven ordenadores abiertos, carpetas de todos los colores y teléfonos pegados al oído. El tiempo pasa deprisa en un espacio en el que la gente no deja de saludarse, camina deprisa y almuerza con los ojos en la pantalla del portátil.
Desde los stands al mundo
La gran petición de los participantes que llenan esta zona de Fibes es la llamada a la acción a los países, gobiernos y empresas, o dicho de otra forma: "Tomar acciones ya". La misma prisa que se percibe en los pasillos es la que tienen las organizaciones por conseguir financiación para sus proyectos.
Allí es donde se encuentra el estand de las Naciones Unidas y el G20. Desde el mostrador, Joann Lee, que es la responsable de un programa sobre el impacto de la sequía y en la regeneración de las tierras del G20, comparte con quienes se acercan a su puesto la situación actual para dar a conocer el proyecto. Desde ese estand, Lee tiene la oportunidad de conseguir financiación y 'partners' que apoyen la causa.
"Estamos aquí porque queremos aumentar la inversión en la restauración de las tierras, que es realmente un motor del crecimiento económico así como para la creación de empleo e innovación. En nuestro caso, necesitamos más financiación y para ello queremos involucrar a los gobiernos y a también a las empresas privadas en el impacto de la sequía y la restauración de las tierras que se han visto afectadas", comenta a este periódico Lee.
Miles de personas se recorren esta semana las inmediaciones de Fibes, y aunque la cumbre dejará muchos titulares en las páginas de los periódicos, la realidad es que aquí se cuecen conversaciones trascendentales tanto en una sala de reuniones bilaterales como en las cafeterías de los pabellones.
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