Un gijonés ha aceptado en la mañana de este miércoles una condena de diez años de cárcel y ocho de libertad vigilada por abusar sexualmente de la hija de su pareja sentimental, una niña nacida en 2003 y que tenía apenas doce años cuando comenzó a sufrir los abusos que este individuo reconoció ante el tribunal de la Sección Octava.

Este hombre, que acudió al Palacio de Justicia en compañía de su abogada, comenzó una relación sentimental con una mujer en el año 2013, y ya en ese momento empezó a realizar tocamientos a su hijastra, un comportamiento “que prosiguió durante los años siguientes, agravándose en el tiempo”, describe el Ministerio Fiscal. Para evitar ser descubierto, este hombre le decía a la niña que si decía algo “abandonaría su madre”.

En 2018, aprovechando que su pareja se iba a cuidar a su madre a oro domicilio, y él se quedaba a cargo de la joven, abusaba sexualmente de ella. Esta dilación en el tiempo es lo que lleva a considerar los hechos como un delito continuado de abuso sexual, por lo que se le imponen diez años de condena, ocho de libertad vigilada y el pago de 10.000 euros en concepto de responsabilidad civil por los daños morales provocados.

El juicio de esta mañana, para formalizar el acuerdo entre las partes, se celebró a puerta cerrada. Además del acusado, que reconoció que abusó de la niña, declararon los miembros del equipo forense del juzgado, además de la víctima, que lo hizo detrás de un biombo para evitar cruzar la mirada con este individuo.