Carlos S. P. y Niama K. se enfrentan a siete años de cárcel por utilizar, supuestamente y forma ilegal, las identidades de 228 personas en Aragón y otras partes de España para solicitar créditos rápidos a entidades financieras por un importe de 200.000 euros que presuntamente se embolsaron. El juicio se celebra hoy y mañana en la Audiencia de Zaragoza, pero solo ha comparecido Niama K., una joven de 23 años que, según la fiscala y las acusaciones particulares de dos sociedades crediticias, trabajaba para el principal acusado, que se haya huido de la justicia, recibiendo supuestamente en cuentas bancarias a su nombre los créditos obtenidos manipulando los DNIs y otros documentos de personas que eran por complejo ajenas a estas solicitudes de dinero.

Niama K. está acusada, además, de facilitar el DNI de un cliente del hotel de Burriana (Castellón) en el que trabajaba, con los mismos fines fraudulentos. Sin embargo, la joven, defendida por el letrado Rubén Cobo, ha negado las imputaciones y ha dicho que no intervino ni en la estafa ni en la suplantación de identidad de que está acusada. "Carlos me ofreció trabajo pero nunca llegó el contrato", ha afirmado. "Mi función era abrir cuentas para recibir dinero de los inversores e inmediatamente tenía que enviárselo a él", ha dicho en referencia a Carlos S. P., que fue detenido en el 2017. "A cambio recibía un porcentaje del 10%", ha reconocido la joven, que ha señalado que llegó a pedir la ayuda de amigos y familiares para encauzar los créditos solicitados por su empleador.

Falsas entrevistas de trabajo para obtener DNIs

Según las acusaciones, Carlos residía en Logroño y era el cerebro de la trama. Los acusadores particulares Diego del Pozo y Patricia Gómez, de Dineo Crédito y Creditea, han mantenido que simuló una serie de entrevistas de trabajo en Zaragoza, en sendas oficinas del paseo Independencia y del World Trade Center, y luego utilizó los DNIs de los entrevistados para, a través de Niama K., solicitar o cobrar créditos rápidos por cantidades que oscilaban entre los 300 y los 500 euros, aunque también los había más elevados, de 1.500 y 2.000 euros.

Niama K., que conoció a Carlos S. P. a través de internet, ha afirmado que este, que tiene el título de economista y director financiero, le decía que su cometido era remitirle el dinero de inversores que había en España y en el extranjero, "por razones burocráticas y fiscales". "Ganaba unos 800 euros al mes", ha afirmado. "Al final del todo me dijo que tenía problemas con Hacienda y me estafó a mí", ha añadido.

Un miembro del Grupo de Delitos Económicos de la Policía Nacional ha dicho que empezaron a investigar tras acumularse denuncias de personas a las que las entidades crediticias reclamaban la devolución de préstamos rápidos que no habían solicitado.

Carlos S. P. fue detenido en Logroño, donde tenía una oficina en la que se intervinieron cuatro cuadernos donde estaban apuntados "todos los créditos" que había recibido durante varios años. Había en Zaragoza 60 afectados, ha señalado el investigador, que ha precisado que "con datos de una sola persona se solicitaban créditos a varios establecimientos". "Ella participaba en la apertura de cuentas a su nombre, recibiendo ingresos y facilitando fotos y otros datos de los clientes del hotel", ha precisado. "No es posible que no supiera que hacía actividades ilegales", ha continuado.

"Había hecho dos gordas con anterioridad"

Carlos S. P., que está en busca y captura, tiene antecedentes por hechos similares de los años 2014 al 2016. Su exmujer ha declarado como testigo y ha dicho que el imputado en rebeldía le hacía creer que trabajaba en una empresa de Logroño por lo que desconocía por completo sus actividades supuestamente ilegales. "Con anterioridad a esto había hecho otras gordas, una en el Banco Vitoria y otra en Cometa", ha subrayado la exesposa del sospechoso.

Una amiga y el hermano de Niama K. han reconocido haber "ayudado" a la acusada en su trabajo sin saber, al igual que ella, que se trataba de operaciones ilegales.

Dos perjudicados han informado de que sus DNIs fueron obtenidos de forma irregular, en un caso al alojarse en el hotel de Burriana, y en otro, en una entrevista de trabajo en Zaragoza. Los datos de uno de ellos sirvieron para pedir cuatro créditos suplantando su identidad. "Desde entonces estoy en la lista de morosos", ha señalado esta víctima.