Una joven de 15 años estaba acostumbrada a ver en su casa a Luis Antonio J. A. porque era amigo de su madre y de sus tíos. Todo cambió, según denunció ante la Policía Nacional y este viernes ratificó en un juicio en la Audiencia de Zaragoza, el 30 de agosto del 2017 cuando al finalizar una fiesta de adultos en la que hubo alcohol en exceso el encausado, supuestamente, la violó. La Fiscalía solicitó 9 años de prisión, si bien el abogado de la menor, José Luis Lafarga, eleva la petición a 11 años.

"Me enseñó a bailar salsa y bachata, pero cuando pusieron canciones de reguetón empezó a acercarse mucho y a insistirme, lo que hizo que me fuera a la cama a dormir", señaló la joven, quien relató que, sobre las 08.00 horas, su abuela, con la que dormía, se marchó a trabajar, aprovechando el acusado para acceder a la habitación y violarla. "Me penetró vaginalmente, aunque le dije que yo no quería. Me giré hacia la ventana y me puse a llorar cuando él se fue", recordó con la voz entrecortada a preguntas del magistrado presidente de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza. No se vio capaz de gritar y de esta forma avisar a los demás presentes en la vivienda.

Unos hechos que se los contó a su madre, pero, tal y como destacó, ella no le creyó. Sí se lo relató a unas amigas y a su padre, con el que no convivía, quien se enteró un año después, en el 2018. Fue en ese momento cuando interpusieron la denuncia.

El acusado negó los hechos y los achacó a los celos de la chica con él porque se llevaba bien con su madre, a la que llegó a prestarle dinero. Explicó que esa noche había dormido en un sofá del salón, pero no vio a la chica en la habitación donde dormía. También rechazó haber consumido gran cantidad de alcohol.

Las dos psicólogas del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) que realizaron un informe psicológico de la entonces menor se mostraron escépticas con el caso por el paso del tiempo trascurrido desde los hechos hasta la denuncia, mientras que otras dos psicólogas que pertenecen al centro Cavia, que fueron citadas por la acusación particular, incidieron en la versión de la víctima.  La defensa, ejercida por el letrado José Luis Sánchez Calvo, pidió la absolución.