Realizar un adelantamiento indebido no solo puede provocar un accidente mortal, sino que el causante del mismo acabe imputado por homicidio imprudente, castigado con 4 años de prisión. Es lo que ocurrió hace dos semanas en la N-232 en El Burgo de Ebro, en un siniestro donde murió un matrimonio y en el que el Equipo de Atestados de la Guardia Civil de Tráfico de Zaragoza ha descubierto que hay un presunto responsable, que acaba de ser imputado.

El siniestro tuvo lugar a las 19.40 horas del 13 de mayo y consistió en una colisión en cadena entre cuatro vehículos (tres turismos y un camión), habiéndose producido, además, el choque frontal entre uno de los turismos y el vehículo pesado.

Dada la gravedad del accidente, los agentes se desplazaron de inmediato hasta el punto kilométrico 200,700, un tramo sin desdoblar de la N-232, comprobando que los dos ocupantes de uno de los vehículos implicados se encontraban fallecidos. Era una pareja que residía en Quinto, de 63 y 58 años.

Tras realizar las correspondientes gestiones iniciales, inspección ocular y toma de manifestaciones a los implicados, los agentes comprobaron que el desencadenante del siniestro era el adelantamiento antirreglamentario por parte de uno de los conductores de los turismos implicados, un BMW Serie1.

Los investigadores de la Guardia Civil estimaron que esta conducta podría ser constitutiva de un supuesto delito de homicidio por imprudencia grave, al haber efectuado el adelantamiento en un tramo de vía en el que esta maniobra se encontraba prohibida por la señalización vertical y horizontal concurriendo, además, la circunstancia meteorológica adversa de una fuerte lluvia.

El conductor del turismo no pudo finalizar correctamente el movimiento y chocó frontalmente con el camión. Pero además, en su carril original generó el choque en cadena por el que perdieron la vida los dos fallecidos, y el resto de los vehículos implicados sufrió graves daños materiales.

Los responsables municipales de El Burgo de Ebro y Fuentes de Ebro exigen que Fomento mejore la seguridad de sus respectivas variantes sin desdoblar en la N-232, que desde 2015 acumulan 15 muertos y numerosos heridos.

En el caso de la circunvalación de El Burgo son nueve los fallecidos, y en el de la de Fuentes, se elevan a seis, según una estadística que no recoge las muertes registradas posteriormente como consecuencia de las lesiones. La esperanza para reducirlos tiene el nombre de desdoblamiento. En septiembre del año pasado el Ministerio de Transportes adjudicó el contrato de obras de la autovía A-68 en este tramo entre El Burgo de Ebro y Fuentes de Ebro por un importe de 62,1 millones de euros.