Amira (nombre ficticio para salvaguardar la identidad de la víctima) llevaba tan solo medio año casada con El Milou B., después de que este pidiera la mano a su familia sin que ella le conociera de nada. Se establecieron en Caspe, donde al poco tiempo comenzaron a producirse una serie de malos tratos cuyo momento más crítico tuvo lugar el 20 de septiembre del 2019, cuando supuestamente intentó estrangularla. Ayer se sentó en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Zaragoza, enfrentándose a una pena de 12 años de cárcel.

La mujer, que ya está divorciada del acusado, explicó ante los magistrados del tribunal provincial que aquella tarde, sobre las 18.30 horas, comenzaron una discusión porque ella es más joven que él y le reprochaba que cuando él se muriera esta «se iría con otro más joven». En un momento dado, según señaló, tiró la mesa y le dijo: «Te voy a matar y así no te irás con ningún otro cuando yo me muera», mientras le agarró del cuello con la intención de ahogarle. «Yo soy más fuerte que él, así que conseguí librarme», afirmó, mientras recordó que salió a la ventana a pedir ayuda y que él fue detrás, pero que consiguió zafarse de él y bajar corriendo a la calle. De lo que pasó allí, reconoció, no se acuerda de nada puesto que los nervios le hicieron desmayarse.

La denunciante también explicó por qué tenía quemaduras de cigarrillos en las palmas de las manos y en las muñecas. «Me molestaba el humo, se lo decía, pero él me quemaba para que me acostumbrara al tabaco», aseveró. Preguntaba por las lesión que presentaba en la frente, destacó a la fiscala que fue porque le golpeó contra la pared. Unos hechos que El Milou B. negó rotundamente, dejando entrever que todo es un plan de ella para conseguir la nacionalidad. «Salí de trabajar a las 17.00 horas y cuando estaba comiendo me volcó la mesa, se rompió la ropa, a agarrarse del pelo y a gritar», declaró, mientras destacó que la cogió de los brazos para pedirle que depusiera su actitud pero que «como es más fuerte que él, no pudo hacer nada». El encausado también rechazó que le quemara con cigarrillos y que le hubiera amenazado alguna vez con otro.

Los especialistas del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) observaron tres tipos de lesiones diferentes: una contusión con un hematoma en la frente, quemaduras en las manos y muñecas y unas erosiones en la clavícula y la mandíbula. A este respecto, señalaron que es compatible con un intento de asfixia y que los arañazos pudieron ser al intentar quitárselo de encima. Desde la defensa, ejercida por el abogado Alejandro Sarasa, se propuso una condena de trabajos en beneficio de la comunidad por un delito de violencia familiar.