Un altercado entre un trabajador de las obras del embalse de Mularroya y una vecina de Illueca quebrantó la tranquilidad de esta localidad de la comarca del Aranda en la hora del almuerzo. El hombre, J. P. S., de 37 años y empadronado en Barcelona, accedió al interior del bar Aloha esgrimiendo un cuchillo tratando de apuñalar a la joven, siendo detenido sin que consiguiera herir a la víctima gracias a la ayuda de otros clientes del establecimiento hostelero. 

Las amenazas graves que ahora investigan los agentes del puesto de la Guardia Civil de Brea de Aragón tuvieron lugar sobre las 11.30 horas de este jueves, si bien la discusión entre el arrestado y la mujer se remonta a una hora antes en el bar Picaporte. Allí ambos iniciaron una discusión que no llegó a más puesto que cada uno se fue por su lado. 

La joven acudió al bar Aloha donde estaba tomándose un café junto a otros dos hombres cuando, de repente, accedió increpándola e insultándola, siendo defendida por los amigos de esta. Él se marchó, pero como no hay dos sin tres regresó, esta vez con un arma blanca. Había ido a su vivienda a coger un cuchillo de cocina con el que entró al local. Lo llevaba escondido debajo de la axila. 

La joven rápidamente reaccionó al ver que lo empuñaba y se fue corriendo a la parte trasera del bar donde hay un futbolín que le sirvió de escudo porque él, por suerte, no consiguió alcanzarla dando cuchilladas al aire. 

Se refugió en el baño

En un momento dado, según testigos consultados por este diario, los acompañantes de la mujer se abalanzaron sobre el sospechoso y le redujeron. Paralelamente, la mujer se refugió en el interior del baño.

El arresto de J. P. S. se produjo en las inmediaciones de su casa porque, tras no conseguir su objetivo, desistió y abandonó el establecimiento. Un arresto que se produjo casi de inmediato puesto que había sido alertada la Guardia Civil, que se dirigió rápidamente a Illueca. Al vecino de Barcelona y de origen ecuatoriano se le imputan los delitos de tentativa de homicidio y otro de amenazas graves con instrumento peligroso, siendo trasladado al puesto de la Guardia Civil de Brea de Aragón para tomarle declaración e intentar aclarar las circunstancias que rodean este suceso

La Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza descartó que se trate de un caso de violencia de género porque no existe relación sentimental ni ha existido entre el hombre y la mujer. De hecho tratan de aclarar qué podría haber detrás, barajándose entre las hipótesis una cuestión de drogas. Él, según los testigos, estaba bajo los efectos del alcohol cuando ocurrieron los hechos. 

No es la primera vez que la Benemérita tiene que atender un alertado en el que esta mujer está presente. Hace un año tuvo lugar otra en la que estuvo implicado un joven vecino de la localidad zaragozana.