Fabio Miguel C. C., el vecino de Zaragoza que trató de degollar a su exnovia en el camino del Pilón un 6 de mayo del 2019, tenía disminuida su imputabilidad en el momento del ataque machista. Así lo aseguraron este martes los forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) en la segunda y última sesión del juicio contra este hombre como supuesto autor de un delito de asesinato en grado de tentativa. Estos especialistas cifraron esta merma entre un 25-30% y lo achacaron al consumo de alcohol y speed, lo que llevó a la Fiscalía a mantener su petición de 14 años y medio de cárcel, si bien reconoció que esta condena podría ser reducida si la Audiencia de Zaragoza decidiera aplicar la atenuante analógica de drogadicción.

Uno de estos especialistas, Eduardo Cantón, explicó a los magistrados que si el encausado «volviera a drogarse y a beber hay riesgo para él o para terceros». Todo ello responde a que consideraron que, aunque no es un enfermo psiquiátrico, reacciona «mal cuando se siente contrariado». También informó que el procesado dio negativo en el análisis de sangre, aunque las pruebas de orina detectaron un consumo de alcohol, barbitúricos y anfetaminas.

No obstante, los especialistas del IMLA rechazaron que la merma de imputabilidad sea «grave», tal y como planteó la defensa ejercida por el abogado Eduardo Esteban Jiménez, quien solicitó una condena de un año y diez meses de prisión por un delito de lesiones con las eximentes y atenuantes pertinentes por el consumo tóxico. Una condena muy diferente a la solicitada no solo por el ministerio público, sino también por la abogada de la víctima, Mercedes Octavio de Toledo. De hecho, la primera doctora que atendió al acusado en la unidad Psiquiatría del hospital Clínico Lozano Blesa, la doctora Isabel Irigoyen, afirmó que Fabio Miguel C. C. no mostró en ningún momento arrepentimiento y afirmó que «estaba harto de la situación, que le pesaba porque ella se había reído de él».

Pero los forenses no solo emitieron sus informes sobre el agresor, sino también sobre la víctima. Aseveraron que la víctima pudo haber muerto porque las heridas inciso-contusas «estaban muy cerca de la yugular». «Por su localización, número y características existió un riesgo vital evidente. Sobre todo, por el corte de la garganta», añadió Cantón.

También destacó que Raquel sufre estrés crónico tras recibir el alta, si bien afirmó que tiene un «mecanismo de respuesta favorable que le permite reducir secuelas». No obstante, el lunes, tras rememorar los hechos le dio un ataque.

Ataque preconcebido

Los encargados de la investigación pertenecientes al Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón no dudaron en asegurar que el ataque fue «preconcebido». Se basaron, en primer lugar, en el arma empleada, puesto que «pese a ser el cúter que empleaba en el trabajo, no se iba a trabajar», ni llevaba la ropa del trabajo. También destacaron que con el hecho de que ocurriera en el vehículo «trató de reducir la defensa».

Antes de que el juicio quedara visto para sentencia, los magistrados del tribunal provincial pudieron escuchar un informe de la psicóloga de la Casa de la Mujer de Zaragoza, Claudia Paoloni, quien aseguró que la víctima responde al perfil de una mujer maltratada desde antes de la agresión que le pudo costar la vida.