El pasado domingo sobre las 17.00 horas, Jaime sufrió una presunta agresión homófoba en la playa canina del Guadalhorce, localizada en el lado oriental de la desembocadura del río, en la que resultó herido en la nariz por un cabezazo. Gracias a las imágenes que pudo grabar de su atacante, que publicó en las redes sociales y que pronto se hicieron virales, logró identificar al presunto agresor y denunciarlo.

La víctima relata cómo los dos perros de su amiga se acercaron a cuatro personas y ante esto, uno de ellos le preguntó cuándo iban a hacer algo con los perros. “Le dije: Mira, perdona, estamos en una playa de perros. ¿Qué quieres que haga? Lo siento. Por el simple hecho de atreverme a contestar me dio un cabezazo y después se quedó con su sonrisa burlona y dijo: Ahí lo llevas, maricona”, afirma para La Opinión de Málaga. Tras la agresión, la víctima cogió un ladrillo que había en la arena para defenderse ante otros posibles ataques. “Tuve esa reacción, lo cogí y me quedé quieto, aguantando la mirada”, recuerda. 

Tras el golpe y los insultos, los amigos de Jaime llamaron a la policía. Fue entonces cuando los agresores recogieron sus cosas y se marcharon. Una pareja que presenció los hechos le comentó que si quería denunciar tendría que identificarle, por lo que el agredido se dirigió detrás de dos acompañantes de su agresor grabándole. “Una mujer que estaba al lado nuestra nos dijo que era abogada y que teníamos que coger una matrícula o identificarlo de alguna manera para poder denunciarle. Les seguí con ese objetivo”, añade. 

Al no conseguir ningún dato relevante, el joven decidió publicar las fotografías en sus redes sociales e intentar encontrar a su agresor con la ayuda de otros usuariosMiles de personas le mostraron su apoyo y su denuncia se hizo viral llegando a tener una gran repercusión pública. Gracias a ello, pudo encontrar a su atacante: “Una chica me escribió en mis redes sociales y me dio su nombre y su teléfono”. Una vez identificado, Jaime borró las imágenes de sus redes sociales. “Ya había conseguido lo que quería: conseguir información de mi agresor, así que borré tanto el tuit como las historias de Instagram”, apunta. 

“Para mí es importante que se visibilice, para que a cualquier persona que le pueda pasar algo parecido sepa lo que tiene que hacer para poder denunciarlo: que grabe, coja número de testigos, o recopile información”, declara Jaime. “Sin las imágenes que grabé de mi agresor, no podría haber denunciado”, añade. Fuentes policiales han indicado este mediodía que la investigación sigue su curso.