Un joven de nacionalidad rumana, I. C. M., de 19 años, afronta 10 años de cárcel por un delito de abuso sexual ocurrido el 13 de agosto de 2020. Además, el fiscal solicita libertad vigilada durante ocho años, la imposición de una orden de alejamiento por una duración de 11 años con la que no podría acercarse a menos de 500 metros de la víctima, N. A. M., y también exige una indemnización de 320 euros por las lesiones y otros 3.000 por daños morales.

Los hechos se remontan al año 2020 en el mes de agosto. Ambos mantuvieron una relación sentimental desde 2018 pero no llegaron a convivir. En ese periodo, el joven tenía controlada a su pareja, a la que exigía información de dónde iba y con quién, pero no se llegó a producir ninguna agresión física. Todo cambió el 13 de agosto de 2020. La víctima invitó a su pareja y a un amigo, E. R. P., a su domicilio en la calle Peña Oroel de Zaragoza. La joven recriminó a I. C. M., que esnifara farlopa, iniciándose una discusión que terminaría momentos después.

Posteriormente, la pareja se fue a uno de los dormitorios y mantuvieron relaciones sexuales consentidas. Después, el presunto agresor le pidió realizar sexo anal, a lo que la joven se negó. Fue entonces cuando el joven reaccionó de forma violenta, puso boca abajo a la víctima y la penetró. La joven no quiso denunciar por temor al procesado y por vergüenza a reconocer los hechos, según relata el auto judicial.

La Fiscalía ha abierto el procedimiento para la celebración de un juicio oral. En el proceso, el acusado estará defendido por la abogada Carmen Sánchez Herrero.

El agresor tiene una historia curiosa a sus espaldas. Llegó a estar en busca y captura tras arrancarse el sistema que le geolocalizaba y que impedía que se acercase a su expareja. I. C. M. fue detenido en agosto de 2020 por la Policía Nacional por, supuestamente, agredir sexualmente a su pareja sentimental, además de vejarla e, incluso, la amenazó con agredirla si le denunciaba. La magistrada acordó su libertad, si bien decidió instalarle una pulsera antimaltrato para evitar que se acercara a la víctima.