Un grupo de seis personas, algunos de ellos familia, han irrumpido esta madrugada en el centro de salud de Tauste para exigir al médico y la enfermera de guardia que trataran a una joven que, según ellos, estaba muy grave. Sin embargo, los síntomas de la chica, de unos 21 años, eran de embriaguez. En su visita, los presuntos infractores, vecinas de la localidad, profesaron amenazas e insultos contra los dos sanitarios que se encontraban en el centro. Para entrar a las instalaciones, además, rompieron los cristales de una de las dos puertas del ambulatorio. Los dos profesionales ya han interpuesto una denuncia ante la Guardia Civil.

Todo ocurrió sobre las 4.30 horas. Según el testimonio de los presentes, unas seis personas llegaron al centro de salud exigiendo la presencia del médico. Llamaron al telefonillo y cuando los sanitarios bajaron a la planta baja para abrirles estos ya habían accedido a las instalaciones rompiendo la puerta. Una de ellas iba en una silla de ruedas que había cogido en el mismo ambulatorio.

Los seis entraron gritando que la joven en la silla estaba muy grave “y que se iba a morir” porque no podía respirar bien. Sin embargo, casi a primera vista el médico y la enfermera pudieron comprobar que lo que le pasaba a la joven es que estaba bebida. Además, estaba consciente y su vida no corría ningún peligro. A pesar de ello, sus acompañantes comenzaron a profesar amenazas a los sanitarios advirtiendo que, si le pasaba algo a la chica “se iban a enterar”.

La persona que más exaltada se mostró era, al parecer, el hermano de la joven, y según pudieron saber los médicos llevaba una pulsera de localización por estar cumpliendo algún tipo de condena. Por ello, la chica en la silla de ruedas estaba preocupada más que por su salud por las consecuencias de los actos de su hermano. “Si le pasa algo ya veremos”, gritaba él.

Ante tal situación, y tras comprobar que la joven se encontraba en perfecto estado, el médico y la enfermera llamaron a la Guardia Civil, que se personó en el centro de salud junto con la Policía Local. Entonces las seis personas que habían irrumpido en el ambulatorio se mostraron más agresivas, aunque ya fuera de las instalaciones puesto que ya habían sacado a la joven que presentaba síntomas de embriaguez.

Entonces, al parecer, la madre del hombre que se mostró más agresivo comenzó a proferir amenazas contra el facultativo por si “su hijo volvía a la cárcel”. “Si le pasa algo….”, gritó, según el testimonio de alguno de los presentes.

“Estamos muy asustados. No sentimos amenazados e intimidados”, aseguran los sanitarios del centro de salud de Tauste, que piden medidas especiales para mejorar la seguridad del ambulatorio. Sobre la mesa, y según piden los sindicatos, está la instalación de cámaras de vigilancia, habilitar un botón del pánico o contratar a un guardia de seguridad.

Los hechos han ocurrido tan solo unos días después de que, cinco miembros de otra familia de Tauste fueran detenidos por intentar llevarse a un bebé del que habían perdido la custodia en el hospital Clínico de Zaragoza. Tanto estas personas como las que han irrumpido en el centro de salud eran conocidos por los sanitarios de esta localidad de las Cinco Villas, que ya habían requerido en otras ocasiones de la presencia de la Guardia Civil por problemas con estas personas.