VIOLENCIA MACHISTA

En libertad un maltratador de Zaragoza en un caso calificado de riesgo extremo por la Policía

El detenido amenazó a su ‘ex’ con cortarle el cuello o quemarla viva

Teléfono de asistencia 016 para atender situaciones de violencia de género

Teléfono de asistencia 016 para atender situaciones de violencia de género / EUROPA PRESS - Archivo

L. M. G.

Zaragoza

«Te cortaré el cuello a ti y a los tontos que me mandes, por tu bien y el de los niños déjame verlos o habrá sangre, te cortaré el cuello o te quemaré viva». Este fue uno de los mensajes amenazantes que un vecino de Zaragoza envió a su expareja sentimental y que llevó a la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón a calificar el caso, dentro del sistema Viogén, como de riesgo extremo. Todo ello teniendo en vigor una prohibición de comunicarse por cualquier medio o procedimiento a la víctima durante 16 meses a menos de 200 metros. 

Durante varios días, R. D. C., estuvo en busca y captura, pero los agentes no dieron con su paradero hasta que decidió presentarse, en compañía de su abogada, Carmen Sánchez Herrero, en sede policial. Inmediatamente fue trasladado al Juzgado de Guardia cuyo magistrado acordó la libertad provisional sin tomar ninguna medida de protección. 

Antes, la UFAM había emitido un informe en el que destacaba «la necesidad de considerar la actitudes de R. D. C. como altamente peligrosas porque no se basan en las amenazas vertidas contra su expareja, sino que ha tenido amedrentado a gran parte de su familia a los cuales les ha hecho partícipe de ‘su desgracia’».

«Según manifiesta el propio detenido se encuentra actualmente de baja laboral por depresiones y ansiedad, añadiendo que intenta pasar este mal momento consumiendo cocaína, speed, hachís y alcohol», destacan los agentes que añaden que «por la experiencia policial en el seguimiento de casos similares, esta combinación de problemas psiquiátricos con ingesta de drogas puede llevar a perturbar en gran medida sus capacidades y a nublarle la visión de la realidad». 

Por todo ello, y por sus antecedentes policiales de malos tratos físicos y atentado a la autoridad, consideraron que el riesgo era extremo y solicitaron que, al menos, acordara un control a través de una pulsera telemática. 

De ahí que la mujer esté siendo protegida las 24 horas y de forma presencial por agentes del Cuerpo Nacional de Policía que no se separa de ella para evitar que su agresor se acerque. 

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