La explotación de seres humanos no solo tiene fines sexuales. Para prueba la trama que la Guardia Civil de Huesca acaba de desmantelar en la provincia y que se dedicaba a captar a mujeres en Nicaragua y obligarlas a trabajar en el cuidado de personas mayores en circunstancias de esclavitud. Dos mujeres de 53 y 35 años, de nacionalidad española y nicaragüense, han sido detenidas e imputadas por los delitos de trata de seres humanos, contra la Seguridad Social y contra los derechos de los trabajadores.

La investigación llevada a cabo por Equipo de Personas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Huesca se inició en el año 2019 a raíz tener conocimiento de la existencia de varias víctimas que podrían encontrarse en una situación de explotación laboral por parte de dos personas que trabajaban en un total de 20 localidades repartidas en toda la provincia de Huesca. Hasta el momento, las investigaciones han localizado a seis víctimas todas ellas de nacionalidad nicaragüense.

El modus operandi consistía en la captación de víctimas, siempre mujeres con graves problemas económicos en Nicaragua trasladándolas de manera irregular a España donde se las obligaba a asumir una elevada deuda por ello, entre 5.000 y 6.000 euros. También les realizaban préstamos con intereses de usura, sufriendo presiones para que realizaran los pagos. La organización se encargaba de procurarles trabajo como internas, casi siempre para el cuidado de ancianos en condiciones laborales muy desfavorables para las víctimas trabajadoras.

Las investigaciones se centraron sobre una empresa radicada en Huesca capital, averiguando que además existía un fraude a la Seguridad Social debido a las actividades laborales en muchos de los casos ya que estas trabajadoras no se encontraban dadas de alta en el régimen específico.

Asimismo, los agentes han acreditado que las condiciones laborales quebrantaban los derechos laborales de las victimas ya que eran captadas entre personas de especial necesidad económica, circunstancia que aprovechaban las supuestas autoras.

Una vez recabados los indicios pertinentes, se solicitó autorización judicial para efectuar la entrada y registro que se llevó a cabo a primeros del mes de agosto en dos domicilios en la localidad de Huesca, encontrando en ambos casos numerosa documentación relativa a pagos, deudas y cuentas, así como de ingresos, contratos laborales y billetes de avión.