Fabio Miguel Colón Castillo recibió este miércoles en la cárcel de Zuera, donde permanece desde su detención en 2019, la sentencia condenatoria por tratar de degollar con un cúter a su expareja en el plena calle del zaragozano barrio de Miralbueno. La Audiencia de Zaragoza le impone 9 años de prisión por el intento de asesinato de la joven y otro año más por agredir con la misma arma blanca al conductor de un bus que auxilió a la víctima. 

Cuando cumpla los años de privación de libertad impuestos, el joven no podrá acercarse a la víctima durante 13 años. Es el tiempo que el tribunal provincial ha establecido en una orden de alejamiento, además de tener que indemnizar con 53.000 euros por los daños y secuelas causadas a la víctima, que estuvo representada por la abogada, Mercedes Octavio de Toledo. Inicialmente afrontaba 14 años y medio, si bien los magistrados consideran que se le puede aplicar la atenuante de reparación del daño y de drogadicción ya que consumió barbitúricos y speed antes del ataque.

La agresión ocurrió el 6 de mayo de 2019 en el Camino del Pilón, cuando la víctima trataba de bajarse del vehículo en el que se había desplazado para recoger unos enseres de su propiedad en casa de su expareja, que consiguió subirse al coche en un descuido de la mujer. Ya en el interior del turismo, el acusado, para vencer la resistencia de su expareja a ponerse en marcha, sacó un cúter del bolsillo y le dijo que arrancara al tiempo que le ponía el arma en abdomen y le indicaba el camino hacia un descampado.

La víctima, en tratamiento psicológico desde entonces, paró en doble fila y abrió la puerta del coche para tratar de bajarse, una escena que vio el conductor de un autobús urbano, que bajó inmediatamente de su vehículo para tratar de ayudar a la mujer estirando de sus piernas hacia fuera mientras el agresor la sujetaba y le cortaba el cuello. Según este testigo, que resultó herido, el agresor, que pudo apuñalar en la espalda a la víctima antes de que saliera del coche, salió a su vez del vehículo y trató de rematarla al tiempo que le espetaba que la iba a matar porque «le había jodido la vida», acción que fue impedida por el conductor del autobús y otras personas que se encontraban en la zona.

En su sentencia, los magistrados entienden que Fabio Miguel Colón Castillo actuó en todo momento con la intención de producir la muerte de su expareja tanto por lo sorpresivo del ataque, que dejó en situación de vulnerabilidad a la víctima, como por el uso de un instrumento cortante y la zona del cuerpo elegida para causar la herida. «La doble decisión de matar y de causar su propia muerte responde a un estereotipo claro, evidente y preciso de ‘conmigo o con nadie’», destaca la sentencia que es recurrible.