Valentín tenía 56 años cuando murió tras recibir un golpe que le hizo caer sobre el suelo de la cafetería Capricho, en Zaragoza. No quiso recibir asistencia sanitaria y se marchó a su casa donde falleció del traumatismo craneal en su casa. El autor de la agresión, Luis Javier R. H., llegó a enfrentarse a una imputación de un delito de homicidio imprudente y a una solicitud de 3 años de prisión, si bien un juzgado ha saldado su responsabilidad penal con el pago de una multa de 1.400 euros y ningún día de privación de libertad. 

La magistrada del Juzgado de lo Penal número 6 de Zaragoza ha dado la razón al letrado defensor, José Cabrejas, quien defendió durante la vista oral que el encausado solo podía ser acusado por un delito de lesiones por imprudencia grave. En su sentencia, la firmante de la misma destaca que «no quedó acreditado con la necesaria certeza que propinara un fuerte puñetazo o bofetada, sino que le dio un empujón cayéndose la víctima al suelo y golpeándose la parte derecha».

Añade que «no se constata que Valentín presentara herida o lesión externa en la cara compatible con un puñetazo fuerte» y que el finado estaba en estado de embriaguez en el momento de la agresión que se produjo el 22 de diciembre del 2019 después de que la víctima recriminara de forma desproporcionada a una persona con discapacidad que se echó un eructo en el bar. El acusado le recriminó su actitud y el fallecido le lanzó un botellín de cerveza que estuvo a punto de alcanzarle en un momento que Luis Javier R. H. estaba con su hijo menor y su mujer embarazada. Ahí se originó la confrontación. 

La jueza tiene en cuenta, a la hora de reducir el grado de culpabilidad del encausado, una característica física del cráneo de la víctima. Y es que presentaba un importante adelgazamiento del hueso lo que implica que «con traumatismos de menor identidad se pueden producir fracturas óseas». 

Esto explica, en opinión de la magistrada, la gravedad del resultado lesivo, es decir, que Valentín muriera por el golpe contra el suelo del establecimiento hostelero situado en el zaragozano barrio del Actur. De hecho, el informe forense concluyó que la víctima murió como consecuencia de la fractura del hueso temporal, que le provocó una hemorragia interna de evolución lenta, y que podría haberse tratado si la víctima no se hubiera negado a ser trasladado a urgencias.