La Guardia Civil de Montaña ha informado de que una Unidad Aérea junto con especialistas del Equipo de Rescate e Intervención de Montaña de Panticosa han rescatado el cuerpo sin vida de un montañero, de origen holandés de 46 años, en el entorno del Pico Occidental de los Infiernos, en Panticosa (Huesca).

El rescate se ha efectuado sobre las 09.30 horas, después de recibirse un aviso de que había un cuerpo en el interior de una tienda de campaña ubicada en la mencionada localización, ha informado la Benemérita.

A causa de las nubes, la aeronave ha dejado a los especialistas en el Ibón de Tebarray y tras recorrer durante 50 minutos la cresta de acceso al Pico, porteando una camilla, han encontrado una funda de vivac tirada en el suelo. Tras comprobar que en su interior se encontraba el cuerpo sin vida de un hombre sin aparentes signos de violencia, han procedido a su evacuación hasta el Hospital de Jaca, donde se le efectuará la autopsia que determinará las causas del fallecimiento.

Otros rescates

Este sábado también se ha rescatado a una mujer, con una posible fractura de hombro, que participaba en una carrera ultra Trail, y ha sido trasladada al Hospital de Barbastro. Poco después, el mismo equipo ha tenido que auxiliar a dos ciudadanos franceses que habían resultado heridos tras deslizarse por el glaciar del Aneto.

Sobre las 15.00 horas, un hombre que se encontraba realizando una ruta con su pareja por la zona de Escarrilla ha solicitado solicita ayuda ya que su mujer sufría fuertes dolores abdominales que le impedían continuar la marcha.

Asimismo, a las 17.00 horas se ha acudido a atender a una persona en el Ibón de Vallibierna que ha sufrido una herida sangrante en la cabeza. De manera seguida, el mismo equipo se ha dirigido a asistir a un motorista accidentado en una zona de montaña en Bisaurri. Por último, el 112 SOS Aragón ha ayudado a una mujer que se había lesionado la pierna cuando descendía de Tebarray por Bachimaña.

Otras seis víctimas mortales este verano

Por otro lado, al margen de este último suceso, en lo que va de verano han fallecido en el Pirineo central, tanto en la vertiente aragonesa como en la francesa, otras seis personas.

El primer accidente mortal se produjo el pasado 9 de julio, cuando un joven de 22 años cayó al vacío cuando se dirigía al pico de Aspe, posiblemente a causa de una densa niebla que ocultaba los senderos. Se trataba de un aficionado a las carreras en alta montaña.

Poco tiempo después, el 11 de julio, un escalador zaragozano de 35 años perdió la vida al sufrir una caída cuando se hallaba escalando en el pico del Midi d’Ossau, en el valle galo del mismo nombre.

A este suceso le sucedió otro el 20 de julio, cuando una roca de grandes dimensiones causó la muerte de un montañero catalán de 49 años, y graves lesiones a su compañera, mientras se hallaban en el pico de Balaitus, en el término de Sallent de Gállego.

Muy pocos días después, el 23 de julio, falleció en accidente un alpinista de Barcelona, de 25 años, que sufrió una caída en la cara francesa del Viñamala, una montaña situada en la misma raya fronteriza con el vecino país.

Finalmente, el pasado 10 de agosto, un excursionista vasco de 69 años resultó muerto tras sufrir un resbalón y una caída cuando se dirigía al paraje conocido con el nombre de Cueva de los Contrabandistas, en las inmediaciones de la estación de esquí de Candanchú.

Una media de diez rescates los fines de semana

La Guardia Civil ha realizado durante los pasados meses de julio y agosto una media de diez rescates cada fin de semana. La distribución de estas intervenciones es muy irregular pero con cierta frecuencia se rebasan las diez operaciones. Así sucedió, por ejemplo, en el puente de la Virgen de Agosto, entre los días 14 y 16, cuando los equipos de montaña de la Benemérita llevaron a cabo 19 salidas de salvamento, cinco más que entre el 27 y 29 de agosto y que entre el 23 y 25 de julio, que se cerraron con 14 intervenciones.

A principios de julio el número de rescates fue menor y no llegaba a los diez los fines de semana, pero, a medida que avanzaba el verano y el número de personas en las montañas, el número de operaciones creció de forma paulatina, según se desprende del análisis de los partes que remite semanalmente la Guardia Civil con el balance de los servicios realizados de viernes a domingo.

De estos partes de incidencias se deduce asimismo que, solo en los fines de semana, se han contabilizado casi un centenar de intervenciones.

Con todo, se trata de una cifra que no refleja la realidad, dado que no recoge las numerosas operaciones de los especialistas en rescates de la Benemérita entre semana.

En años pasados, en el cómputo total del verano, que se presentará próximamente, las intervenciones totales oscilan entre las 321 del verano del 2019 y las 346 del pasado ejercicio.