Dos hermanos colombianos vieron en la zona del campus San Francisco de la Universidad de Zaragoza la mejor ubicación para abrir casas de citas. Hasta tres llegaron a regentar hasta que la Policía Nacional les detuvo y clausuró estas viviendas por explotar sexualmente a compatriotas en el 2019. Durante el juicio aseguraron que estas mujeres ejercían la prostitución de forma voluntaria, pero la Audiencia Provincial de Zaragoza acaba de condenar a casi 65 años de cárcel a los hermanos Milton y Tatiana Arango. Les considera autores de cinco delitos de trata de seres humanos en concurso medial con otro de determinación coactiva a la prostitución, así como favorecimiento de la inmigración ilegal. Además, a uno de ellos le imponen 3 años de cárcel por tráfico de drogas por la cocaína que se dispensaba en las conocidas como fiestas blancas.

Pero junto a los cabecillas de esta trama se sentaron otras ocho personas más, si bien el tribunal solo condena a Brayan Jiménez a tres años por tráfico de drogas y a Leidy Ramirez otros dos por prostitución coactiva. El resto de los procesados resultaron absueltos.

Los magistrados señalan como hechos probados que los condenados captaban en Colombia a mujeres con necesidades económicas, les pagaban el pasaje y les facilitaban dinero en efectivo para que pudieran sacar el pasaporte, pasar la frontera española como turistas y justificar medios de vida suficientes una vez llegaran a España. Cantidades todas ellas que sus perceptoras debían devolver con su cuerpo. También les cobraban los gastos generados por el alquiler de la habitación que utilizaban y por la comida, teniendo cada una de aquellas una caja donde debían dejar depositado el pasaporte e iban guardando lo que obtenían por los servicios sexuales que prestaban.

En los pisos donde trabajaban las referidas chicas había instaladas cámaras con las que controlaban la permanencia de cada una en el piso en que trabajaba, así como si cada una de ellas introducía en la caja que tenía asignada el dinero que iba cobrando por los servicios sexuales. Del total, ellos se quedaban 50%, destinándose el otro 50% al pago de la deuda (el 25%) y a otros gastos. Así estuvieron, al menos, seis mujeres que declararon todas ellas como testigo protegido y que eran publicitadas en la web Pasion.com.

Algunas de ellas, según se señala en la sentencia, desempeñaban el trabajo de prostituta «de forma permanente, estando disponible 24 horas durante todos los días de la semana».

El fallo no es firme y puede ser recurrido por los abogados defensores, José Luis Melguizo, Alejandro Sarasa, Enrique Trebolle y Alejandro Giménez Planas.