La misma semana en la que el Tribunal Constitucional ha avalado la prisión permanente revisable tras el recurso del PSOE, el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha confirmado que Norbert Feher, conocido como Igor el Ruso, sea condenado a esta pena impuesta por la Audiencia Provincial de Teruel por el asesinato de dos guardias civiles y un ganadero en Andorra en 2017. Considera el Alto Tribunal aragonés que este paramilitar serbio empleó una «metodología homicida cruel». 

Tras rechazar el recurso del abogado defensor del criminal, Juan Manuel Martín Calvente, quien podrá recurrir ante el Supremo, los magistrados del TSJA señalan que el veredicto del jurado estuvo «suficientemente fundamentado» y que, por tanto, no hay razón para anular la sentencia. Entre los distintos motivos de recurso presentados por la defensa de Norbert Feher el tribunal no comparte el argumento de la defensa, según el cual no existe prueba de cargo, directa ni indirecta, porque los agentes de la Guardia Civil, Víctor Romero y Víctor Jesús Caballero, estaban armados y pudieron oponer resistencia eficaz al ataque ya que le superaban en número.

Sobre este motivo, entiende el TSJA que la alevosía está presente en las tres muertes dada la «inexistencia de probabilidades de defensa» que tenían estas personas al haber sido atacadas por la espalda y desde su escondida posición. Respecto al motivo de ensañamiento argumentan también que en el proceso quedó acreditado el deseo de causar «un sufrimiento mayor a las víctimas», tanto porque se descargaron totalmente las armas sobre como por la localización de algunos impactos de bala. Por ello, concluyen que «se ha infligido en el presente caso un dolor singular a las víctimas, utilizando una metodología homicida cruel».

Sobre la argumentación del letrado de la defensa de que no debió observarse la existencia de delito de atentado cometido en las personas de los dos guardias civiles porque vestían de paisano y el vehículo que usaban no era identificable, responden los magistrados que «aunque no están presentes tales circunstancias identificativas puede haber otras, como ocurre en este caso, que son valoradas por el jurado y expuestas en la sentencia recurrida, y que conducen, sin lugar a dudas, al acusado a saber que estaba ante agentes de la autoridad cuando les dispara».

El TSJA entiende, por tanto, que ha quedado acreditado que «el acusado no albergaba ninguna duda sobre la condición de agentes de la Guardia Civil de sus víctimas cuando, sin darles tiempo desenfundar sus armas, les dispara oculto desde detrás del vehículo, y luego los remata». Por eso, desestiman también que el acusado pudiera haber actuado en legítima defensa como explica su abogado en el recurso.

Igualmente, rechazan el argumento del abogado de Igor el Ruso de que hubo fallos en la custodia de los escenarios del triple crimen y de las pruebas del mismo. Consideran que si no se protegieron los lugares inmediatamente a la muerte del ganadero y los agentes fue porque el autor de los asesinatos aún no había sido detenido y lo primero en esas circunstancias de peligro es salvaguardar la vida de las personas. A ello añade que la cadena de custodia de las pruebas no se vio rota en ningún momento. 

El criminal serbio, además, tiene pendiente una cadena perpetua en Italia por otros dos asesinatos, y también pesa sobre él otra pena de 21 años de cárcel por dos intentos de homicidio cometidos en Albalate del Arzobispo, pena que le fue impuesta en firme el año pasado.